Capítulo 1

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Arrodillada en frente de dos tumbas estaba una niña pequeña la cual vestía de negro mientras sostenía unas flores en sus manos... su rostro estaba lastimado con varias vendas y tenía rastros de lágrimas en sus mejillas rellenas demostrando que había llorado por bastante tiempo ya que el borde de sus ojos se encontraba hinchado y rojizo.

La niña sonrió con tristeza y dejo con cuidado las flores sobre las tumbas de sus padres mientras se levantaba. Era hora de marcharse. Dirigió su mirada a los nombres que estaban incrustados en la piedra para recordarlos eternamente.

"Teresa Evangelina Flores Fernández"

"32 años, Madre ejemplar y esposa"

"Usui Ayase"

"33 años, Padre ejemplar y esposo"

—Adiós... mamá, papá... descansen en paz. —dijo suavemente mientras se daba la vuelta y se iba sin mirar atrás.

La pequeña sintió su corazón apretado... le dolía el haber perdido a sus padres, pero ya no había nada que pudiera hacer. Suspiro con tristeza y se dirigió a la entrada pidiéndole al cielo que le diera paciencia para lo que venia. Apenas llego escucho lo que esperaba.

Gritos.

—¡¡YA TE DIJE QUE NO PIENSO HACERME CARGO DE ESTOS MOCOSOS!! —grito un hombre mayor de 60 años aproximadamente.

—¡RYUJI, SON NUESTROS NIETOS!! ¡¡NO PUEDES TIRARLOS A LA CALLÉ COMO SI FUERAN PERROS!! ¡¿QUE PENSARA USUI DE NOSOTROS DESDE DONDE ESTA?! ¡¡SON SUS HIJOS!! ¡¡LLEVAN NUESTRA SANGRE, POR EL AMOR DE DIOS!! —Grito una mujer que aparentaba la misma edad que el hombre mientras las lágrimas bañaban su rostro, ella odiaba discutir así con su esposo... pero sentía que las cosas se le estaban yendo de las manos.

El hombre gruño apenas escucho a su mujer.

—Desde el momento en que Usui prefirió a esa perra en ves de a nosotros... él esta muerto para mi. —su voz salió seca y fría.

La mujer llevo una mano a su boca horrorizada por las palabras que estaba diciendo el hombre frente a ella, sus ojos estaban bien abiertos como si fueran canicas y de estos comenzaron a salir mas lágrimas.

Desde atrás todo era escuchado por la niña, la cual no cambio su expresión en lo mas mínimo, mostrando solo seriedad y tranquilidad en su cara. Cuando sintió que no gritarían por mas tiempo decidió salir haciendo acto de presencia. Los dos ancianos apenas la vieron tuvieron diferentes reacciones. El viejo pensó que solo estaba viendo a una mosca muerta por lo que frunció el ceño fuertemente y se dirigió a la tumba de su hijo sin mirar otra ves a la mocosa. La mujer mientras tanto miro a la niña apenada y avergonzada, rápidamente se intento limpiar las lágrimas de su rostro esperando que ella no lo hubiera notado, su expresión demostraba claramente su preocupación de lo que pensaría la pequeña y temía con su alma que los haya escuchado. Lo que ya había pasado.

La infante le mostró una leve sonrisa inocente a su abuela con la intención de tranquilizarla, lo cuál funciono, ya que hizo crecer a la mujer que no escucho nada.

La anciana sonrió también y se acerco a la niña para después arrodillarse y ponerse a su altura.

—¿Que tal te fue Hikari - chan? ¿te despediste de tus padres? —pregunto dulcemente mientras acercaba su mano arrugada a la pequeña cabeza de la niña y la acariciaba con suavidad.

Hikari asintió de inmediato.

—Si abuela no te preocupes, es el turno del abuelo y el tuyo para despedir a papá... ve tranquila —dijo la niña mientras animaba a la mujer a continuar, la cual asintió demostrando estar de acuerdo

¡¿Reencarne En Fruits Basket?!Where stories live. Discover now