𝗎𝗇 𝗇𝗈𝗏𝗂𝗈 𝖽𝖾 𝗆𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋𝖺𝗌 🍼𝗄.𝗆

🌼 𓄹͓7

🌿 Escuchen la canción 🌿

La habitación donde ambos se quedarían, era sumamente grande y hermosa. Tenía una vista increíble y por lo que veía era la principal. Una cama gigante y la cuna de su pequeño Mingguk. Jimin tocó las cortinas de seda blanca, salió al balcón abriendo las puertas de cristal quedándose más que fascinado con la vista, una hermosa vista.

Jeon entró junto a Mingguk, quien estaba dormido en su pecho. Lo dejó en su cunita rodeado de peluches, Mingguk se parece tanto a Jimin, es un pequeño clon de él. Lo que lo hizo preguntarse ¿si ellos tuvieran uno, ¿se parecería a él? Una muy buena pregunta, el de verdad quería a Jimin, le gusta y ya se lo dijo.

Puede que suene un poco cursi, pero él quería hacer algo sumamente especial, para poder decirle todos sus sentimientos. Se acercó a dónde su asistente, sonrió y lo rodeó entre sus brazos, besando su mejilla. Jimin se sorprendió algo pero ya no está acostumbrado a ello, cada día le gustaba más que lo abracé, era algo tan íntimo y especial.

─Buena vista ¿no crees? ─le susurra cerca del oído.

─Si, me encanta. Se puede ver todo el océano, de dónde empieza y dónde acaba. ─suspiro.

─Por eso amo mi casa y mi habitación, cada que venía aquí adoraba ver la vista tan maravillosa.

─¿Ya habías venido aquí solo? ─cuestiona.

Jeon asiente. ─Si algo así. Una vez que me enoje tanto por un trabajo que me salió mal, exploté y vine aquí. También cuando descubrí que Sowon me era infiel con otra persona, me quedé casi una semana bebiendo vino mirando la puesta de sol.

Se mordió el labio inferior él castaño, preguntándose qué significado sería el ahora estar aquí juntos los dos. Iba a preguntar pero Jeon prosiguió.

─Ahora estoy aquí con alguien importante en mi vida laboral como personal.

Jimin se volteo quedó de frente con Jeon, se miraron a los ojos y la pregunta salió por sí sola. No estaba seguro, tenía miedo a su respuesta, él ya no podía más, necesitaba respuestas.

─¿Le gustó? ¿Le gustó como su asistente o como otra cosa? Por favor dígame, por qué ya no puedo más, mi corazón está por explotar cada vez que me besa o me toca, siento que me voy a desmayar.

Sus ojitos almendras se pusieron acuosos, Jungkook tenía esa respuesta, y estaba seguro que el momento romántico no son las cosas materialistas sino más bien este momento. Le acarició la cintura, su pequeña cintura, rozó sus narices y aún que Jimin era más bajito, intentó alcanzarlo. Jeon lo alzó para sentarlo en la madera de la valla, se instaló entre sus piernas y sonrió. Jimin se sostuvo de sus hombros hanchos, mirando sus hermoso ojos negros.

─Si Park, me gustas como persona, como mi persona. Desde que llegaste a pedirme trabajo y me gustaste mucho más cuando empezaste a meterte en mi vida. ─acarició su mejilla de donde una lágrima se derramó. Todo pintaba tan bonito.─ Eres hermoso Park, amo cada parte de ti, tu sonrisa, tus labios esponjosos, tu nariz, tus mejillas y por dios tus ojos. Me gustas tanto que me vuelves loco, hiciste que por primera vez me dieran celos de una forma descomunal cuando te mire salir con ese idiota de Cha.

Soltó una risita pequeña Jimin.

─Joder creo que casi le arrancó la cabeza cuando te dejo por qué venía en camino Mingguk. Por suerte se fue y no volvió, porque de ahora en adelante, quiero ser la única persona que te bese, te tenga, que te haga enormemente feliz y quien te apoye en los momentos en qué no puedas más. Te quiero Jimin, te quiero muchísimo y ya no quiero que esto sea una mentira. ─Jimin no sabía qué decir o más bien que hacer, su jefe se está confesando, al fin pasaba después de tanto tiempo, él se sentía feliz de escuchar la manera en lo que lo decía.