El heredero de Obelia

Un mago de nombre Lucas

Amarion abalanzaba sus pies hacia adelante y atras mirando como su profesor de economia escribia sobre la pizarra el nuevo tema que verían, recargaba su cabeza sobre su mano mientras anotaba todo lo que consideraba importante. Nuevo tema, nuevas notas y nuevos conocimientos, a pesar de estar emocionado por aquello nuevo que aprenderia para su reino se mostraba tranquilo, aunque claro, como cualquier niño de once años no podia ocultarlo como lo haria un adulto o alguien mayor, y eso lo dejaba en claro sus pies en constante movimiento.

Todo era tranquilo, hasta que la puerta fue abierta de un golpe provocando un estruendo que inmediato mato el silencio del lugar. Amarion se sobresalto en su lugar casi dejando caer su pluma, lo ultimo que había esperado en medio de una clase era que alguien irrumpiera azotando la puerta contra la pared. Parecia que fuera lo que fuera era una emergencia, por la fuerza y poco cuidado con la que se abrió la puerta. Amarion descarto esa idea cuando escucho una voz infantil que conocía bastante bien.

-¡Hermano! ¡Any esta aquí!-  dijo Anastasia de forma animada cuando entro en el lugar, busco con la mirada a su hermano mayor hasta que noto algo. Amarion estaba en medio de una clase.

Unos segundos de silencio pasaron haciendo que la sonrisa de Anastasia se convirtiera en una nerviosa. Maldecia mentalmente a Felix cuando la hizo entrar al lugar. Ahora entendia el comportamiento que en su momento fue extraño del peli plateado, quien sin usar la fuerza habia querido evitar que la rubia entrara.

«Felix, hijo de... ¿Acaso quieres que Amarion me odie?»

Anastasia sabia que el peli rojo conocia el horario del menor, así que no entendía la razon por la cual la hizo visitar a Amarion, ni de porque ignoro de forma amable los intentos de Adriano para evitar la repentina visita.

Anastasia seguía sin moverse manteniendo una sonrisa tratando de disimular lo que pasaba. Conocia a su hermano, él parecía ser lo que seria una ratón de bibleoteca, solo que en vez de sumergirse horas en una bibleoteca leyendo quien sabe que, era el que se sumergia todo el tiempo en asuntos del reino, y claro, aquellas clases también eran incluidas en eso.

-Anastasia estoy en clases- dijo Amarion con una voz tranquila, sus ojos enjoyados se habían clavado en la pequeña rubia claramente nerviosa.

Anastasia asintio de forma rapida como si el peli negro le acabara de dar una regañada sutil.

-Si si, Any esperara aqui, Any no molestara- dijo Anastasia de forma nerviosa sentandose en un banquito extra que estaba cerca de la puerta.

Amarion volvió a mirar a la pizarra y siguio anotando, ignorando la nueva presencia en el salón de clases. Al terminar, Amarion cerro su cuaderno tras despedirse de su maestro, camino a la puerta seguido por Anastasia y salieron encontrándose con Adriano y Felix que hablaban tranquilamente. El peli negro siguio avanzando para ir a su siguiente actividad pero la menor no paraba de seguirlo.

-¿Por qué me sigues?- pregunto Amarion dandole una mirada breve a Anastasia y volvió a mirar al frente.

Desde ya hace unos días que Anastasia había estado siguiendo a Amarion como un patito tras su mamá, por más que Amarion preguntara siempre era respuesta la misma.

-¡Te extrañaba mucho hermano!- dijo Anastasia de forma animada mientras movía alegremente sus brazos hacia adelante y atrás de una forma infantil.

«Si, claro...»

A Amarion no lograban convencerle mucho las respuestas que daba su hermana menor, por alguna razón sentia que la niña se reprimia mucho y parecia que adaptaba de alguna forma su personalidad dependiendo de la persona. No le molestaba eso, al fin y al cabo cada quien podia actuar como quisiera, pero no quitaba el hecho de que lo pusiera alerta. Aquella actitud la sentía como Diana, pero de alguna forma parecia diferente. No solo por el hecho de que la menor parecia tener cambios de una actitud infantil a una casi adulta, y que esta a veces se revolvia con la personalidad que parecia adoptar, sino también que de alguna forma u otra parecia ser distinto el objetivo a pesar de tener el mismo ambiente que Diana.