¿Problemas?

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Claude dejo unos papeles sobre su escritorio, en su mente estaba la escena de cuando despertó. Con Félix aun a su lado, este le seguía repitiendo que debia de recordar a aquella chica que afirmaba ser su hija.

«12 años... 12 años y no recuerdo nada»

Apesar de toda aquella evidencia seguía sin creer lo que le decían. Él no tenía otro hijo además de Amarion, y Amarion, él solo tenía siete años ¿cómo podia ser un adulto?

Recordaba tener al menor sobre sus hombros mientras este miraba emocionado un espectaculo callejero de malabares con fuego. Los cuatro disfrazados para que nadie los reconociera mientras que Adriano cargaba las cosas que le habían comprado al menor.

Y luego despertó con una chica que afirmaba ser su hija y un Amarion mucho mayor del que recordaba.

«Esa mujer será una bruja. No recuerdo nada»

-¿Por qué esta ese sofá ahí?- pregunto Claude por el sofá rojo que estaba en su oficina, solo podía identificar el azul que estaba a su lado pero ese no.

-Es un sofá para que la princesa Anastasia se siente cuando lo visita- respondió Félix.

-¿Que has dicho?-

-Su majestad me ha ordenado que haga un pedido teniendo en cuenta la suavidad cuando se esta sentado. Mirelo bien ¿No le hace recordar nada?- Félix se pudo detrás de sofá para mostrárselo bien a Claude, no mucho fue lo necesario para que empezara a emocionarse al hablar sobre el pasado- La princesa se sentaba en este lugar mientras usted trabajaba, incluso el principe estaba aquí con ella y a veces ellos discutían sobre cualquier cosa.

-Esta vez te luciste con la broma- contesto Claude

-¡Que no es una broma!-

Claude miro a su escolta sin creerle, no se veía estando cómodo con la presencia alguien de ojos enjoyados además de su propio hijo. Miro ambos sofás esperando ver algo de familiaridad en el rojo, pero nada.

-Félix ¿Por qué acepte que aquella mujer se acercara a nosotros?- Pregunto Claude refiriendose a Anastasia, si bien, aun no creía que aquella chica era su hija aun tenía esa pequeña llama de curiosidad.

-Su majestad creyó que sería bueno que el principe se relacionara con otros niños- respondió Félix- Pero le aseguro que usted llegó a amar mucho a la princesa.

Claude quito la mirada del peli rojo para volverla a poner en ese sofá, aun no creía nada de lo que tanto insistía Félix.

~¤~

Que Claude escupiera sangre después de despertar había causado un horrible susto en Amarion, así que cuando le informaron que su padre estaba completamente bien fue un gran peso menos.

Con eso también le llego la noticia de que Anastasia ahora estaba confinada en el palacio Esmeralda por ordenes de su padre. Si no hubiera visto la reacción de Claude hacía Anastasia cuando despertó habría estado completamente sorprendido.

No lo había visto desde entonces, una parte era por los documentos que tenía que terminar pero la otra era por ese pequeño miedo a la reacción de Claude hacía su persona.

Amaron habría seguido así sino fuera porqué Claude entró a su oficina sin siquiera tocar. A su repentina llegada, Amarion y Adriano parecían ciervos cegados por las luces del carro, no movieron ni un músculo hasta que Claude le dijo a Adriano que saliera de ahí.

Claude tomo asiento y padre e hijo solo se miraron, Amarion dejo los documentos de lado para centrar toda su atención en Claude.

Claude solo había venido a confirmar si era cierto, pero al ver su maná dentro de él e identificar el propio maná de Amarion no tuvo alguna duda. Así que decidió sentarse sin tener idea de que hacer, este era su Amarion, pero había cambiado después de tantos años.

El heredero de ObeliaWhere stories live. Discover now