Tokyo Revengers [One Shots]

Realidad deseada - Escenarios (parte 2)

Personajes: Keisuke Baji, Izana Kurokawa

Keisuke Baji

Ambos corrieron tan rápido como sus piernas se lo permitían. Él tomaba tu mano, guiándote por la ciudad que apenas conocías.

Con cierta vergüenza podrías admitir que no eras la persona más atlética del mundo, y si bien las "mejoras de tus habilidades físicas" eran una parte importante dentro del guión, jamás esperaste que ellos fueran tan bestias como lo eran.

— Te dije que no era buena idea quemar ese auto, Keisuke.— Dijiste mientras corrían, alzando tu voz un poco más de lo habitual, pero sin llegar a gritar.

No obtuviste respuesta. Sabías de sobra que corrían y eso les dificultaba hablar, pero te gustaba la idea de que ese silencio significaba que él te daba la razón, por lo que sonreíste.

Tiró de tu brazo con brusquedad, escondiéndose en un lugar en construcción. Él te aprisionó contra la pared al quedar entre una gran montaña de materiales y una pared. Te sonrojaste al sentir sus cuerpos apegados el uno al otro.

— ¿Y-yo fui el de la mala idea? Tu querías hacerlo, (Tn)___.— Habló en voz baja. Sentiste su respiración agitada entre cada palabra. Viste hacia fuera de su escondite con rapidez, esperando no encontrarte con ningún policía.

— Oye, yo solo dije que lo rayáramos. No esperaba que lo quemaras.— Dijiste. Aún si para cualquiera sonaba como una queja, Keisuke te conocía mas que nadie en la Toman, y sabía que realmente te estabas divirtiendo.

Con esos berrinches conseguías todo lo que querías. Él conocía a la perfección esa parte de ti.

— ¿Me echaras la culpa a mi? Vamos, te reto a...— Él cubrió tu boca en ese instante, haciéndote callar.

Frunciste el ceño y alzaste la mirada hacia el, preparándote para morderlo y quejarte.

— En serio, (Tn)___, viene alguien.— Te regañó, por lo que te enseriaste, guardando silencio. Volviste a ver por el lado de tu amigo, escondiéndote de inmediato al ver a alguien pasar por detrás de él. Buscaste con la mirada una forma de huir y tomaste su mano. Cuando su vista se enfocó en ti, señalaste hacia arriba.

"— Si escálamos está mierda y tenemos algo de suerte, podremos alcanzar el segundo piso"— Pensaste. Volviste a verlo a él, quien asintió sin siquiera oír el plan.

Subiste tu primero. Siendo más ágil en ese sentido podrías ayudarlo después. Fuiste rápida al saltar. No querías ser vista por nadie. Él te siguió el paso.

Reíste sin quererlo y ambos comenzaron a buscar un mejor escondite desde ahí. Al parecer, no había una escalera cercana, por lo que les costaría un poco subir.

Ambos se sentaron a descansar en la primera habitación que encontraron.

— Eso fue genial. Gracias por acompañarme, Keisuke.— Dijiste con una sonrisa sobre tu rostro, golpeando su brazo con suavidad.

Eso contradecía bastante a tus quejas de antes, sin duda.

— De que hablas, loca. Seguimos metidos en esto.— Respondió, frunciendo el ceño.