Apocalíptico (Apocalipsis zombie)

31-. La emboscada

Un batarang a gran velocidad se enterró en el cráneo de un zombie y cayó sin vida al suelo, lo mismo pasó con otros cuatro que estaban en la entrada de la tienda.

Damian y Jon entraron a la tienda hábilmente sin ser notados por el resto de los muertos.

Cerraron las puertas y derribaron un estante para que los zombies no pudieran entrar, todo pasó en cuestión de segundos.

Damian: El vidrio se romperá pronto, tenemos máximo 3 minutos.

Ambos fueron por caminos diferentes, llenando las mochilas con unas latas de fruta caduca de los estantes y algunas prendas extras para pasar el invierno, ya habían presenciado la primera nevada hace unos días y pronto habría una tormenta.

Damian: Jon debemos irnos

El cristal se rompió y los chicos huyeron por la puerta trasera y subieron a la motocicleta para escapar

Jon: Eso salió bien

Damian: Ahora solo debemos adaptarnos al frío

Jon: ¿Crees que tengamos suficientes cosas para el invierno?

Damian: Tranquilo, Johnny. Estaremos bien

La feria seguía siendo el refugio de los chicos solo que en vez de dormir en la rueda de la fortuna ahora se refugiaban en la tienda de regalos por el invierno.

...

Amy: Volvieron

Thomas: Y con muchas provisiones

Slade: Talia, los tenemos

Talia: Encárguense de ellos está noche y recuerden, no los lastimen, queremos que confíen en nosotros

Slade: Entendido. Wilson, fuera.

Amy: ¿Los emboscaremos?

Slade: Cuando se oculte el sol pero no los lastimaremos. A menos que sea necesario.

...

Jon: Ahora es mi turno

Dijo Jon sonriendo mientras miraba a Damian recostado frente a él en el tendido de mantas que habían puesto para dormir

Jon: ¿Cuál es la cosa más vergonzosa que te ha pasado?

Damian: "tt" Estaba en la escuela, terminaba la clase de deportes y entré a los vestidores, mientras me aseaba algunos idiotas de mis compañeros me robaron mi ropa y tuve que salir envuelto en una toalla para recuperarla. Eso sin duda fue lo más vergonzoso que me ha pasado

Jon: Qué odiosos compañeros tuviste

Damian: Solo me envidiaban, seguro que ahora ya están muertos.

Jon: Qué cruel eres

Damian: Ahora, ¿para ti qué ha sido la cosa más vergonzosa que te ha pasado?

Jon: Supongo que es muy diferente a lo tuyo pero para mí fue realmente horrible. En mi escuela organizaban un baile de bienvenida y está vez las chicas elegían a su pareja y...pues nadie me eligió y tuve que quedarme toda la noche sentado al fondo del gimnasio mientras ellas se reían de mí

Damian: Qué idiotas. Justo ahora me gustaría lanzarles un zombie encima

Ambos rieron por el comentario hasta que fue turno de Jon y se puso rojo como un tomate

Jon: Dami, ¿Alguna vez tuviste...ya sabes pareja?

Damian: No, nunca me interesó estar con alguien...

Damian fue tomando proximidad a Jon hasta quedar muy cerca de su rostro

Damian: Hasta que te conocí a ti.

Acortó la distancia con un beso en los labios. Jon rodeo el cuello de Damian y le acarició la nuca mientras seguía el ritmo del mayor con las manos rodeando la cintura del menor.

Las manos de Jon pasaron al frente para recorrer el pecho de Damian y empezar a empujarlo hacia atrás para quedar encima suyo.

Jon se separó de Damian y reaccionó al ver en la posición en la que se encontraba

Jon: Lo siento, creo que me deje llevar

Damian: No te disculpes. Me gusta

El mayor tomó a Jon de la nuca y unió sus labios de nuevo, mientras el de ojos azules recorría con sus manos el torso de Damian hasta que introdujo sus manos por debajo de la ropa

Los ladridos de Titus se escucharon a unos metros de distancia

Damian: Mhh...Titus

Damian se separó de Jon y fue cuando notó que el can estaba muy inquieto

Jon: Algo le pasa

De repente se escuchó como la manija de la puerta era forzada para entrar. Los chicos se pusieron de pie y tomaron sus armas para enfrentarse al intruso que intentaba entrar a su refugio

Jon: ¿Será un caminante?

Damian: No lo creo

La puerta quedó abierta dejando ver a tres desconocidos armados en la entrada, una chica rubia y dos hombres, uno de cabello oscuro y el de en medio de cabello grisáceo

Damian: Quédense ahí, bastardos.

Damian apuntó con un arma a los tres desconocidos con la mirada fría

Slade: Cuida tu lenguaje, niño. Eres muy joven para hablar de esa forma

Damian: Yo hablo como me dé la puta gana. Ahora lárguense.

Amy: No lo haremos. Los necesitamos

Jon: Sea de lo que se trate, no nos interesa, ahora váyanse y no les haremos daño.

Slade: No es una pregunta niño, ustedes vendrán con nosotros.