31

365 45 5
                                    

-Ya te he dicho que esta no era la mejor forma- Un rubio de ojos rojos cual carmesí se ocultaba junto a otro chico; estaban en el techo de su casa, escapando de las responsabilidades.

-Bueno, pero ha funcionado, no seas un quejoso. – Se burlaba el pelinegro, le hacía gracia como era que su amigo le seguía todas las bromas. Ambos dos se sentaron, el rubio le pegó un codazo, al contrario.

Era una noche bellísima, las estrellas junto con la luna iluminaban la ciudad. Se podía sentir una ligera brisa de viento, muy reconfortante al llegar al rostro.

-Sabes que no deberías estar aquí, ¿verdad? - Preguntó el rubio.

-Siempre dices lo mismo, pero estoy más que seguro de que disfrutas de mi compañía. –

El menor de los dos dio un largo suspiro, no lo podía negar. Se sentía muy solo en el enorme palacio.

-No me refiero a eso, y lo sabes. Tienes gente a la cual gobernar. - Dijo el rubio dando un salto para ponerse de pie.

-No van a notar mi ausencia, no lo han hecho ni lo van a hacer. - Respondió imitando la acción del contrario.

-Claro, ellos no, pero "él" sí. - Dijo casi susurrando el rubio.

El pelinegro le cogió de la mano.

-Venga, ni que "él" fuese el ser supremo de todos aquí. Recuerda quien se está partiendo el culo para satisfacer sus necesidades. – Dijo el pelinegro molesto, sabía que se aprovechaban de su amigo.

-Joder, si otra persona te escuchara, probablemente pensaría que me acuesto con "él"- Comentó el rubio entre carcajadas. - ¿Qué pasa? ¿Celoso? –

-Ejem no dije nada, tu siempre mal interpretas todo. - Dijo el pelinegro con un ligero rubor en el rostro. -No puedo creer que con nuestra edad estemos teniendo esta clase de conversación. –

-Oye ######, realmente, por qué estás aquí? - Preguntó el rubio, girándose hacia su amigo.

-Pues, me he enterado de que te han vuelto esos "ataques" y quería saber cómo estabas. -

- ¿O sea que estas preocupado por mí? -

-Pues coño, si no lo estuviese vaya amigo sería, ¿no? –

El rubio y su amigo se volvieron a sentar, pero esta vez un poco más juntos.

-Pues sí, pero no es nada de otro mundo. Según ####### se me pasará con el tiempo. –

El rubio apoyó su cabeza en el hombro de su amigo, volviendo a dejar salir otro suspiro.

-Si lo dice él supongo que será cierto...-

-Oye, si no te importa, ¿podrías quedarte hasta que salga el sol? - Preguntó el rubio.

-Por supuesto, hasta que el sol deje de brillar. –

- ¡Conway está despierto! –

Jack abrió los ojos de par en par ¿Fue un sueño? Pero si se sintió tan real...

-Superintendente mire la luz por favor. - Indicó el doctor que entró junto con la médica que dio la alerta.

Jack estaba confundido, aun así, siguió todas las indicaciones del médico.

-Parece que está bien, no sufrió ningún daño cerebral. De igual forma le recomiendo estar aquí hasta mañana- indico el médico guardando sus herramientas.

-Ni de coña, hoy mismo vuelvo a estar en servicio. - Conway se sentó, y acomodó el respaldo de la camilla. -sin mí, esta ciudad está perdida. -

Al doc no se le veía muy convencido.

¿Quieres ser un héroe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora