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Nanon.

Odio estar de nuevo en el edificio de la disquera, porque tengo un largo día por delante, seguramente Dew ya va a pedirme las nuevas canciones.

—Buenos días, señor Kirdpan —dice la secretaria del piso, haciendo una reverencia apenas la saludo de vuelta— ¿Disfrutó sus vacaciones?

—No lo eran —respondo mirando a mi alrededor— pedí los días libres para conectar con la vida y escribir para el disco nuevo, pero no toqué un lapicero mientras estuve fuera.

—¿Por Ohm? —pregunta sonriendo.

—Sí —le cuento apoyándome en el mostrador— ¿Viste en las noticias que me voy a casar?

—Sí, señor, y estoy feliz por usted.

—Estoy feliz también —digo sinceramente.

—Lamento siempre distraerlo acá, ¿quiere que lo anuncie con el jefe?

—Sí, por favor.

Mi celular se ilumina en mi mano, y contestó al ver el nombre del idiota en la pantalla.

El idiota que no ha salido de mi mente ni un solo segundo.

—Amor, ya estoy en el trabajo, ¿qué pasó?

—¿Nos vemos en la noche?

—Claro que sí, ¿a dónde tenemos que ir?

—No, yo quiero decir… que podemos pasar tiempo juntos, en nuestro departamento.

Intento no colocar una cara de confusión, y me alejo hacia las ventanas, para tener privacidad.

Aunque es cierto que Ohm y yo, convivimos la mayor parte del tiempo, nos gusta darnos un espacio luego de pasar muchos días trabajando, eso le permite tener una vida, y a mí me da la soledad necesaria para escribir.

Por eso tenemos departamentos por toda la ciudad.

—¿Por qué? —le pregunto susurrando.

—¿Tienes algo más que hacer?

—Pues no, pero llegamos ayer y no tengo canciones nuevas, así que pensé en quedarme solo hoy, para tener inspiración.

—Puedo ser una gran inspiración, ¿no lo crees?

Bueno, definitivamente sí, considerando que casi todas mis canciones fueron escritas para él, pero yo le importo una mierda, así que nunca se ha detenido a pensar en las letras.

—Tú no eres capaz de inspirar algo más que molestia.

—¿Por qué me odias tanto, bebé?

—Iré con la condición de que no empieces a hablarme así, ¿a qué hora?

—Pensé en pasar por ti, si te parece bien.

—Oye, Ohm, realmente me estás asustando, pero está bien, pasa por mí apenas puedas, así tendré una excusa para irme, porque no quiero trabajar.

Cuelgo la llamada, aún pensando en qué demonios le pasa.

Supongo que cree que, si viene, más gente nos verá y será lindo para la prensa.

Es raro, de todos modos.

—Señor Kirdpan —dice ella al verme acercarme— puede pasar.

—Gracias.

Rezo mentalmente para que me dé meses extra, porque no creo tener material en el cerebro para hacer alguna canción.

Solo puedo pensar, todo el tiempo, en Ohm cogiéndome, y no puedo presentar 8 canciones que hablen de su polla.

Una puede ser, pero ocho es demasiado.

—Non —dice al verme, abriendo los brazos.

—Me extrañaste —respondo acercándome para abrazarlo— ¿Paso mucho mientras no estuve?

—No, pero va a pasar si no me dices que tienes listas las canciones para tu nuevo disco.

—Dew —suelto haciendo un puchero.

—No pongas esa cara, porque no me vas a ablandar el corazón.

—¿Por favor? —le pregunto sonriéndole.

—Dime cuántas canciones tienes.

—Hay una que está concretándose en mi mente.

—¿Una?

—Es un avance —digo asintiendo.

—Bueno, explícame de qué trata.

Maldita sea.

—E-Es sobre una persona que... está enamorada.

—Como la mayoría de tus canciones, dime más.

—Pues, ah, es que, no es correspondida por la persona que ama.

—Como la mitad de tus canciones, Nanon, ¿intentas bromear?

—No, señor, es que tuve un bloqueo, lo lamento.

—Non, me engañaste, tú prometiste que ibas a inspirarte si te daba días libres.

—Lo sé, y lo siento de verdad, pero necesito un tiempo más.

—¿Un par de semanas? —pregunta mirándome a los ojos.

—Un par de meses.

—Nanon…

—Por favor, Dew, prometo asistir diario a mis clases acá, y esforzarme por mejorar en los instrumentos, ¿de acuerdo?

Cruzo los dedos esperando su respuesta, y noto por su cara, que va a acceder.

—¿Por qué tienes que ser tan lindo? —suelta resoplando— no puedo decirte que no.

—Gracias —digo saltando hasta él para abrazarlo de nuevo— prometo portarme bien, seré muy dedicado a mis tiempos de composición, sin descuidar mis labores acá.

—Está bien, Non, voy a darte mi confianza de nuevo, ¿ahora quieres salir por algo de comer antes de empezar a revisar los análisis de tu última gira?

—Sí —respondo luego de besar su mejilla— pero no perdamos mucho el tiempo, porque Ohm pasa hoy por mí.

—Ah.

Esa respuesta de siempre, cuando escucha su nombre.

—¿Por qué no te agrada? —pregunto cambiando de actitud.

Me pone a la defensiva que él no crea que somos la pareja hermosa que todo el mundo cree que somos.

—Sé que odias que diga esto, Non, pero es porque mereces a alguien mejor.

Cámaras | OhmnanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora