6. EN NETHERFIELD (segunda parte)

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Jiang Cheng pasó la mayor parte de la noche y el día siguiente en la habitación de su hermana. Luego de que ambos doctores confirmara que los malestares de YanLi eran normales en su situación, el omega pidió que se enviará una nota a su casa para que su madre fuera y evaluará por sí misma la salud de su hermana, algo de lo que luego se arrepentiría.

La señora Jiang, acompañada de sus dos hermanos menores, llegaron a Netherfield poco después del desayuno de la familia. Y tras ver a su hija, declaró que aunque su situación no era alarmante, debía quedarse un poco más.

Después de estar sentadas un rato con YanLi, Jin GuangYao los invitó a pasar al comedor. Lan XiChen los recibió, e inmediatamente preguntó por su invitada convaleciente. 

—Pues verdaderamente, la he encontrado muy mal —respondió la madre afligida— Tan mal que no es posible llevarla a casa. Tendremos que abusar un poco más de su amabilidad.

—¡Por supuesto! —exclamó Lan XiChen— ¡No hay ningún problema!

—Muchas gracias. De no ser por tan buenos amigos, no sé qué habría sido de ella, porque está muy enferma y sufre mucho; aunque eso sí, con la mayor paciencia del mundo, como hace siempre, porque es la más dulce de mis hijos. ¡Qué bonita habitación es ésta, joven Lan, y qué encantadora vista tiene a los senderos de jardín! Nunca he visto un lugar en todo el país comparable a Netherfield. Espero que no pensará dejarlo repentinamente aunque lo haya alquilado por poco tiempo.

— Por ahora, me encuentro bien aquí —el alfa respondió un poco perdido por al cambio abrupto de tema.

—Aunque mi amigo es un poco impulsivo, puede decidir irse y en cinco minutos lo hará —Jin GuangYao intervino y el alfa solo sonrió confirmando sus palabras sin sentirse ofendido.

—Eso puede ser muy mala característica en alguien— A-Cheng respondió con un poco de rudeza, preocupado por lo que podría pasarle a su hermana.

—¡Jiang Cheng! —exclamó su madre—, recuerda dónde estás y deja de comportarte con esa conducta intolerable a la que nos tienes acostumbrados en casa.

El joven no se inmutó por el regaño hasta que vio la mirada afilada y dorada de Lan WangJi, quien estaba alejado de la charla leyendo un libro.

—No culparía a mi hermano, el campo no suele ofrecer cosas interesantes —comentó él mirando a A-Cheng.

—A-Cheng —la señora Jiang intervino —ayer nos visitó Qin Su y su padre ¡Sir Qin es tan agradable! ¡Tan distinguido, tan gentil y tan sencillo! Siempre tiene una palabra agradable para todo el mundo. Esa es la idea que yo tengo de lo que es la buena educación; esas personas que se creen muy importantes y nunca abren la boca, no tienen idea de educación —esto último lo dijo mirando a al alfa mayor.

—¿A-Qin cenó en casa? —el omega preguntó a su madre sin ocultar su diversión por las palabras que le dirigió al alfa.

—No, se fue a casa. Tenía asuntos que atender. —se dirigió nuevamente a Lan XiChen —¿Recuerda a Qin Su?

—Si, parece un joven muy agradable.

—¡Oh! sí, pero debe admitir que es poco atractiva. No como mi YanLi. No me gusta alabar a mis propias hijos, pero la verdad es que no se encuentra a menudo a alguien tan guapa como mi hija mayor. Yo no puedo ser imparcial, claro; pero es que lo dice todo el mundo. Cuando sólo tenía quince años, había un caballero que vivía en casa de mi hermano en la ciudad, estaba tan enamorado de ella que mi cuñada aseguraba que se declararía antes de que nos fuéramos. Pero no lo hizo. Probablemente pensó que era demasiado joven. Sin embargo, le escribió unos versos muy bonitos.

PRIMERAS IMPRESIONES (ZhanCheng)Where stories live. Discover now