Capitulo 2: Nunca debí haberle dicho que me gustaba.

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~Jaziel~

Ir a la secundaria es algo que no me agrada pero debo admitir que hay una razón por la cual voy, y no es pasar las materias.

Curso el 2do año de secundaria, tengo muchos amigos y enemigos también, pero hay alguien, alguien que de verdad me gusta nunca pensé que en algún punto de mi vida pudiera pasar, recuerdo perfectamente cuando me daban asco las relaciones amorosas.

Era él, la razón por la cual iba a la escuela, ya me habían gustado varias personas antes pero nunca me había aventado a decirles, hasta que el llegó, mi idea es clara, y claro, lo haré, le diré lo que siento.

–No se siento que es necesario hacerlo, de verdad quiero decírselo. –suspire y me arme de valor–

–¿De verdad lo crees? Y ¿tú qué crees que te valla a decir? –dijo ella, mi amiga más cercana.–

Ella es una de mis amigas que siempre está ahí para apoyarme cuando lo necesite, pero hay algo que no me deja hablarle con claridad a ella, en especial a ella, su nombre era Camila

–Si, estoy lista para hacerlo, ya, es más hoy mismo, en la salida –dije emocionada–

Me puse a organizar todo para declararme al chico que me gusta, fui a comprar muchos dulces de los que a él le gustaban y una cartulina para que mis amigas me ayudarán a hacerla y sostenerla a la hora de hacer mi declaración.

Camila se acercó a mi y me dijo

–Wey estoy feliz por ti, la verdad creo que esto va a salir genial. –dijo tal vez más entusiasmada que yo–

Otra de mis amigas cuyo nombre es Daniela me dijo casi exactamente las mismas palabras que Camila.

Si darme cuenta el tiempo ya había pasado, y era hora de decirle a ese chico que me gusta. Salí con mis amigas, con los dulces y la cartulina, lo vi a lo lejos y camine más rápido, si no se iba a ir.

Le grité

–Sebastiaaaaaaan–grite lo más fuerte que pude para que me escuchará, grave error, ya que todo mundo se dio cuenta–

El volteo y me dijo

–Holaaa, ¿cómo estás? ¿qué pasó? ¿todo bien? –me miro confundido al verme toda nerviosa.

–Si, todo bien, solo que hay algo que tengo que decirte. –dije en modo nervioso y pánico–

–Claro, dime qué pas.... –se quedo quieto al ver la cartulina, sin terminar de decir lo que estaba diciendo–

–Bueno, antes que nada quiero darte esto –extendí mi mano y le di esos pequeños dulces que había comprado para el–

–Me miro y dijo– Lo siento, no puedo hacer esto, no me gustas, nunca me has gustado sinceramente, tampoco te he visto como una amiga, solamente como una conocida, ni siquiera tu físico me atrae, me caías muy bien antes de que me dijeras que te gustaba –se dio la vuelta y se fue, con los dulceees, al menos me los hubiera regresado–

Me sentía fatal, todo mundo lo había visto, quedé como una idiota, no sabía que decir o hacer en ese momento solo quería desaparecer.

Mi amiga Camila se acercó a mi, y me dijo.

–Oye, tranquila, es un pendejo, no deberías dejar que esto te afecte, tampoco es la gran cosa, por qué, míralo ni guapo está, el se pierde de mucho, déjalo, tarde o temprano va a querer tener algo contigo y tú ya no vas a querer. –me abrazó muy fuerte–

Dios... ¿Por qué no quería soltarla?, su aroma era muy dulce, su cabello muy suave, no sabía por qué no quería soltarla, si por qué me sentía mal por lo que había pasado o ella era demasiado linda como para soltarla, ella me hacía sentir bien.

La solté con ganas de seguirla abrazando pero la nostalgia de no haber podido estar con el chico que me gustaba regreso de pronto a mi cabeza y me puse a llorar sin que nadie se diera cuenta, después solo recordé el abrazo que ella me había dado y el por qué me sentía así, con ganas de tenerla cerca.

Quiero enamorarme pero ¿Y si vuelvo a caer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora