Capitulo 3: ¿Eres solo mi amiga?

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~Jaziel~

Ya había pasado un tiempo desde que ese chico que según yo decía me gustaba me había rechazado, lo raro de esto es que no me dolió tanto como yo pensé, incluso llegué a la conclusión que nunca me gustó.

Mi confusión estaba ahí ahora con ella, con Camila.

El salón de clases es parte de mis refugios cuando me siento mal o sola, y simplemente me pongo a pensar una infinidad de cosas.

–Mierda, que carajos me está pasando, díganme una razón por la cual no dejo de pensar en ti es tan lindo pero a la vez me lástima, y no se por que –dije en mi cabeza–

Llega ella de repente al salón, y me dice:

–Hola linda, ¿ya desayunaste? ¿por qué no saliste hoy? ¿te sientes bien?

–¡¿Linda?!, carajos que le sucede, ¿por qué me hace sentir así? –dije en mi cabeza– –Hola Cam, no me sentía con ganas de salir eso es todo, y si ya desayuné gracias por preguntar.–le sonreí –

De la nada agarra mi mano y la entrelaza con la suya.

–Estoy para lo que necesites, por eso somos amigas ¿no? confía en mí, iré al baño, dame unos minutos, ahora regreso –salio corriendo soltando su agarre de mi mano–

Dios, que había sucedido, ¿por qué tomó mi mano? ¿por qué sentí eso?, y en ese jodido momento me di cuenta que si, ella, ella me gustaba.

Inicio la clase normal, hasta que la maestra dice que haremos el trabajo en parejas, la mayoría del tiempo hago los trabajos sola, pero llegó ella a decirme si quería hacerlo.

–Holaa, oye ¿quieres hacer el trabajo conmigo? ¿se que te llama la atención este tema, y quiero saber más, ¿podrías ayudarme? –dijo con esa increíble sonrisa que la caracteriza –

–Si claro siéntate –dije nerviosa, ya que su presencia me hacía sentir así. –¿siempre ya sido tan linda?– –me pregunté a mi misma –

Nos la pasamos hablando y nunca terminamos el trabajo, la maestra nos lo pidió para el otro día, por razones de seguridad y todo eso que inventa el gobierno, no podía ir a su casa a hacer trabajo, así que quedamos ir a hacerlo al deportivo que estaba justo a lado de la escuela.

–Vamos pues, antes de que se nos haga más tarde, ahorita rápido lo acabamos –dijo ella–

–Si, está bien, apuremosnos.

Terminamos el trabajo, pero nos quedamos aún un rato platicando, de un momento a otro empecé a ver sus lindos labios, ella se dio cuenta y se puso roja, se veía muy linda cuando estaba roja.

–Oye, te pusiste rojaaa –me burle de ella–

–Si lo sé, no vuelvas a hacer eso –dijo nerviosa–

–¿Hacer qué? No hice nada –la abrace de un momento a otro, así rápido, sin pena–

–¿Q-que haces? –dijo correspondiendo mi abrazo–

–Nada, solo... –me separe de ella, y si, lo hice, la besé–

Ella no dijo nada, solo correspondió el beso que le había dado, no se separó de mi en ningún momento, se me hizo realmente eterno, hasta que me separé de ella por falta de aire, solamente la vi a los ojos y le sonreí.

–Wow, no sabía que besabas tan bien. –dijo de una manera tan natural–

–Lo siento, llevo tiempo intentando hacer esto desde hace un tiempo, al fin se logró, y debo decir que fue lo mejor. –dije riendo–

La acompañe a un lugar cerca de su casa, se volteo y me dio un piquito, y se fue, y si, ese fue el día en el que me di cuenta que hetero no era.

Quiero enamorarme pero ¿Y si vuelvo a caer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora