01

1.7K 119 3
                                    

Hace milenios atrás, antes de que los humanos evolucionaran a los que eran hoy en día, una luz brillante salió desde la fuente principal

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Hace milenios atrás, antes de que los humanos evolucionaran a los que eran hoy en día, una luz brillante salió desde la fuente principal. Una nueva vida nació para cuidar los templos celestiales, una criatura alada que representada la máxima bondad.

Era yo. 

Así, mi misión desde que abrí los ojos, fue cuidar las puertas entre el cielo y el infierno, asegurándome de que los demonios no quieran pasar, ni tampoco busquen lastimar a los humanos.

Cuidaba las fronteras de nuestro territorio, vestida con una armadura, defendía a los que lo necesitaban y llamaban mi nombre.

—¡Mila! — Volteé a quien había gritado mi nombre, con una sonrisa. —Caminas muy rápido— se quejó en cuanto llegó a mi lado, reí levemente.

—¿Para qué me buscabas?

—Nos llaman las Dominaciones. —solo con eso ya sabía que había un nuevo trabajo. 

Se dio media vuelta sin esperar respuesta y la seguí hacia el palacio celestial. Sonreía a las personas que habían tenido una buena vida y llegado aquí, quienes también sonreían amablemente al verme.

Siempre me ofrecía para recibir a las nuevas almas, aunque ese no fuera mi trabajo, era un regalo de Dios poder apreciar la calma que obtenían al pisar los suelos de diamante.

Donde fuera que mirarás, encontrarías eso; rubí, diamantes, oro, etc. Todas las piedras preciosas que los humanos anhelaban y les habían puesto precio, aquí había por montones, siendo utilizados en construcciones y armaduras.

El palacio celestial, por ejemplo. Sus puertas eran tan altas que debías levantar la cabeza para ver el final, inmenso e imponente. 

El salón donde nos paramos, era igual que hermoso que todo el cielo, brillante y puro, podías ver tu reflejo en cada pared, porque no existía ni una pizca de polvo que pudiera ensuciar. Y frente a nosotros, se encontraban las Dominaciones, ángeles de segunda jerarquía.

—Mila, querida— hice una ligera venia ante la Dominación en frente mío, encima de un pedestal que lo distinguía del resto. Igual que todos nosotros, había adquirido un nombre para poder tener más cercanía con las personas que descansaban aquí.

—Kun— saludé de vuelta.

La apariencia de Kun era hermosa, piel pálida y cabello negro, cada que sonreía se sentía como el cielo se iluminaba más, si es que era posible, él representaba la sabiduría y paz de los ángeles.

Volteé a ver a mi izquierda, donde mi equipo y amigas, se encontraba, esperando a nuevas ordenes que debíamos llevar a cabo.

—Tienen que ir al lago de la pureza— asentí en respuesta —Vuelvan a hacer la inspección.

—De acuerdo. —habló Jisoo a mi lado. 

Kun nos hizo un movimiento con la mano para que vayamos y despidiéndonos de él, nos dimos media vuelta, saliendo del palacio.

GREED | Kim JungwooWhere stories live. Discover now