Historias y One-Shot de Fleur Delacour.

Una tradición navideña

Resumen: Harry pensó que arruinó su oportunidad con Fleur, pero tienen una tradición que ella está decidida a continuar.

Comienza:

Sirius y Kreacher se habían superado a sí mismos para la Navidad de este año. Además del habitual árbol de Navidad, guirnaldas, muérdago y sombreros navideños en las cabezas de los elfos, Sirius había encantado las paredes para tener renos rojos y dorados saltando y de alguna manera consiguió que los gritos del retrato de su madre se convirtieran en villancicos navideños. Mientras tanto, Kreature había preparado un festín para competir con el mejor de la Sra. Weasley, con mucha cerveza de mantequilla, whisky de fuego y una variedad de otras bebidas para mantener la alegría.

Sirius le estaba contando a Tonks historias sobre los Merodeadores que tenían a Remus tratando físicamente de tapar la boca de Padfoot. Los tres habían bebido varios tragos en un corto período de tiempo, y se notaba en su tez rojiza y su bulliciosa alegría. Molly regañó a los gemelos por la última broma que les hicieron a Ron y Ginny, aunque nadie podía pasar por alto la sonrisa que intentaba desesperadamente ocultar, y Hermione estaba enfrascada en una conversación con Arthur sobre la mecánica de cómo un ventilador enfría una habitación. Incluso Ojoloco Moody tomó un vaso de ponche de huevo, por una vez sin el ceño fruncido en su rostro y sin un ladrido de VIGILANCIA CONSTANTE.

Grimmauld Place no habría tenido ni una pizca de la melancolía habitual si no fuera por Harry Potter y Fleur Delacour. Había tensión entre ellos desde la noche de la fiesta de Navidad de Slughorn. La noche en que Harry confesó. No habían hablado desde entonces, y su estado de ánimo empeoraba cada día que pasaba.

Harry, por su parte, decidió que la mejor manera de manejar la situación era permanecer encerrado en su habitación. No iba a dejar que su mal humor empañara el espíritu navideño que Sirius se esforzó tanto en crear. Tuvo el efecto adicional de hacer que la distancia de Fleur fuera menos notoria.

Harry fue sacado de su cavilación por un golpe en la puerta. Se acercó y lo abrió, revelando a su mejor amigo, Ron Weasley. Ron miró a Harry apreciativamente.

"Oye amigo, ¿vas a quedarte ahí toda la noche o te unirás a nosotros?"

"Simplemente mataría el estado de ánimo", dijo Harry, "no estoy exactamente para celebrar en este momento".

—Pensé —respondió Ron—, me alegra no haber estado en la cosa de Slughorn, dada la forma en que todos han estado actuando después. Pero Hermione y yo creemos que falta algo ahí abajo en este momento, y estoy bastante seguro de que eres tú. Realmente no puedo celebrar sabiendo que estás aquí sintiéndote miserable. Al menos déjanos tratar de animarte.

Harry suspiró. Por supuesto, su fiesta de lástima estaba afectando a sus amigos. No podría ser tan malo, ¿verdad? Tal vez Fleur también se quedara en su habitación, y ni siquiera tendría que sentirse incómodo por no hablar con ella. Asintió hacia Ron.

"Supongo que será mejor que haga una aparición entonces", dijo. Ron le dirigió una sonrisa agradecida.

Había una tendencia, pensó Harry para sí mismo, a que las cosas que temía fueran forzadas al frente y al centro en los peores momentos. Mientras bajaba los escalones con Ron, lo primero que vio fue a Fleur Delacour. Estaba sentada sola en una mesa, absorta en un libro bastante grande y masticando una pluma. Hizo una pausa en su lectura solo para ocasionalmente hacer alguna nota en los márgenes. Era una de las cosas favoritas de Harry para verla hacer. Tanto por no verla esta noche.

Harry rápidamente encontró a Kreature y le pidió al elfo marchito que le trajera un vaso de whisky de fuego. Tal vez eso ayudaría a calmarse y podría seguir conversando con los demás por un tiempo antes de escabullirse a su habitación. Tendría que tomarse varios tragos.