Capitulo 8

994 130 42
                                    

La noche anterior Kinn me pidío que lo acompañará a una reunión al final todo salió bien para nosotros, nos quedamos en el restaurante por más tiempo y yo fui demasiado feliz.

La manera en la que Kinn se desenvuelve cuando está conmigo me hace sentir único y especial, siento que soy yo al que le puede confiar cosas que muy probablemente no le confíe a Porsche su esposo.

Nuestro momento era mágico bebíamos, reíamos, hablábamos de cosas triviales y del día en la oficina cuando su celular comenzó a sonar.

Y ahí estaba de nuevo el Kinn que no me pertenece ese que en la intimidad de su habitación termina cansando a su esposo.

Me quedo un momento más en el restaurante hasta que siento que mi corazón no se va a romper y dejo el lugar.

Llegó a mi departamento y Ken me estaba esperando con comida.

Ver lo ahí en la cocina fue un shock, jamás pensé que el pudiera preparar algo como lo que tenía enfrente que eran varios platillos a base de huevos, verduras y algunos salteados.

Comenzamos una trifulca y decidió que quería dormir en el sofá.

Yo recupere mi cama pero había algo extraño no pude pensarlo mucho por qué estaba agotado tanto física como mentalmente que me quedé dormido.

Al día siguiente desperté, Ken ya no estaba pero en la mesa había un obento perfectamente envuelto en un pañuelo con una nota pegada.

"Si comes o no es tu decisión, no vayas a dejar que la comida se desperdicie".

Recordé la pelea, me sentí mal por ello pues se había esforzado en preparar la cena y yo simplemente la rechace.

Tome el obento y me lo llevé a la oficina.

-Vaya alguien tiene novio y no me a querido decir- Pete habla divertido mientras me ve cruzar la oficina.

-De que hablas?- me alteró un poco mientras veo a mi amigo.

-A que nunca vienes con almuerzo y hoy traes tremenda torre- lo dice por qué son varias cajas apiladas pues ayer Ken hizo un poco de todo.

-Vaya Big por fin decidiste salir con alguien- Kinn aparece detrás mío y me sentí avergonzado.

-No Kinn yo no...- quería darle explicaciones quería decirle que jamás iba a amar a alguien tanto como lo amo a él.

-Me alegra que encontraras a alguien te mereces ser feliz así como yo lo soy con Porsche- mi corazón se detuvo me sentí bastante patético por qué una vez más debía darme cuenta de la realidad.

-Si es bueno que nuestro Big siente cabeza- Pete palmeo mi hombro.

Yo simplemente sonreí levemente mientras pedía permiso para retirarme a mi oficina donde me encerré y llore por horas.

Después de tener mi caída emocional mire las pequeñas cajas apiladas frente a mi.

Las tomé salí de mi oficina y se las entrege a Pete.

-No me siento bien del estómago me iré temprano por favor que no se desperdicie- dije sin más y me retire.

Llegué a mi casa y al entrar no estaba Ken, por algún extraño motivo el lugar se sentía frío pero ya no estaba listo para otra recaída emocional así que cerré y me fui a la cama donde me quedé dormido.

-Big...- la voz de Ken suena lejana mis párpados pesan y siento mucho frío.

-Big...- siento como la mano de Ken se siente cálida y eso me calma.

-Mierda estar ardiendo"!- lo escucho decir y después todo nuevamente se vuelve oscuro pero no paro de temblar.

-Tranquilo vas a estar bien- su voz es tan dulce y puedo sentir como se mete en las cobijas y me abraza.

Me hundo en su pecho y respiro su perfume.

Me acurrucó y duermo ya más relajado.

Y si me acerco lo suficiente serás capas de rechazarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora