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Bdsm
Relación lesbica
Rosé sumisa

Leer bajó su responsabilidad

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Pov Rosé

Hace unos cuantos días había visitado un lugar de bdsm en busca de una dominante, pero siempre había muchos hombres o mujeres sumisas, hasta un día llegó ella en un increíble vestido de terciopelo rojo unas botas de charol brillantes hasta el muslo unos labios pintados haciendo juego con el vestido y una coleta alta dejando ver su larga y lacia cabellera. Quedé impactada con solo verla, luego de unos tragos me acerqué a hablarle y me invitó otro trago hablamos un rato hasta que me animé a decirle.

-Sabe estoy interesada en el bdsm y buscaba una ama dominante, quisiera ser usted la mía?.. - miré hacia abajo por timidez hasta que sentí su fría mano en mi mentón obligándome a verla a los ojos, su mirada era tan penetrante y profunda.
-Claro que si, me encantaría ser tu ama - me sonrió haciendo que me sonroje.
-Cuando empezamos?.. - la miré tímida.
-Ya mismo, quítate las bragas y levanta un poco tu vestido -

Hice lo que me pidió esperando que nadie me viera, le dí mis bragas y puse mis manos en mis muslos para que no se viera demás a lo que ella negó. - Las manos sobre la mesa, nadie va a verte -. Mis manos subieron a la mesa y ella se sentó a mí lado, sentí como sus manos frías acariciaban mis piernas subiendo a mi intimidad, dejó algunos besos en mi cuello y comenzó a acariciar mi clitoris haciendo que gima levemente.
-Shhh no querrás que nos escuchen -
Hizo que me moje para meter un vibrador en mi y se separó de mi.

-Sígueme vamos a un lugar más privado, tienes prohibido correrte y si tiemblas o te quejas subiré la intenaidad sin dejarte caminar, entendido? -. La miré y asentí con la cabeza - S-si - titubie - Si qué? - me miró con intensidad - Si, ama-

Me llevó a un hotel lujoso de esa zona, en el trayecto fue aumentando las vibraciones Impidiendome caminar con claridad. Al subirnos al elevador me tomó de la cintura y me besó apacionadamente contra una de las paredes, cuando llegamos a nuestro piso tiró de mi brazo para entrar en nuestra habitación y tirarme en la cama.

-Como se llama mi hermosa bebé? -me preguntó mientras quitaba mi ropa. - Rosé - respondí jadeando a lo qué ella me miró y sonrío  - Hermoso nombre, yo soy Erika, pero debes decirme ama-.

Me explicó todas las reglas mientras acariciaba mi piel y tocaba mi intimidad, al terminar se separó de mi y volvió a observarme - Te quiero en cuatro sobre la cama con las manos en la espalda. - Habló firmemente.
No dude en seguir sus órdenes colocando e como lo había pedido, rápidamente me colocó unas esposas en las muñecas Impidiendome que las separé, luego una correa rodeó mi cuello y me colocó una mordaza. Por mi cuerpo se encontraba una soga de algodón con nudos en partes específicas para atarme sin lastimarme y dejando mis atributos a la vista.

Comenzó por chupar y lamer mi intimidad provocandome unos gemidos que fueron amortiguados por la mordaza, luego un dildo manejado por ella empezó a follarme con intensidad mientras ella tiraba de la correa haciendome levantar la cabeza y escuchar mis gemidos a través de la mordaza. Me estaba volviendo loca por sus movimientos y lo que me hacían sentir.

Dejó que me corriera pero ese no era el final...


Parte dos, mañana si le dan mucho amor

Rosé GramWhere stories live. Discover now