Chapter 6: Funeral

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—___...

—Nancy— la miré en el umbral de mi puerta con su bolso pegado al pecho buscando seguridad—. Son las seis de la mañana, ¿Qué sucede?

—¿Tienes un momento?— me hice a un lado para que pudiera pasar y así lo hizo—. ¿No te han interrogado?

—Si, pero dije la verdad, no sé nada sobre Will ni sobre Bárbara.

—Yo tengo algo— la miré esperando que continuará, ella busco en su bolso y saco una fotografía rota pegada con cinta—. No sé cómo explicarlo, sinceramente.

Tomé la fotografía, era de las que Jonathan había sacado en la fiesta de Steve. Barb estaba sentada en la piscina.

—¿Que hay con esto?— pregunté sin entender, a lo que Nancy señaló el borde de la fotografía, había una figura desconocida para mi—. ¿Y eso?

—Jonathan dice que no es un error de la fotografía así que, eso estaba ahí. Además que su madre dijo que también lo vio.

—Nancy, sea lo que sea esto, no es humano.

—No, no lo es.

—¿Qué quieres que haga?

—¿Puedes perdonarme y apoyarme en esto?

—Lo haré, pero no por ti, Will y Bárbara son importantes para mi, los apoyaré a ellos.

Nancy asintió y se levantó, le devolví la fotografía y ella se retiró luego de un par de palabras.

—¿Quién era cariño?

—Nancy...¿Irás conmigo al funeral hoy?

—No creo que los Byers me quieran allí.

—Claro...si, no iremos.

—Tú tienes que ir.

—Odio los funerales, además, ya sabes lo que creo.

—Que Will vive.

Asentí y Steve se lanzó al sofá a mi lado, apoyo su cabeza en mis piernas y acaricie su cabello.

—Deberías ir, __.— Steve se levantó y me dio un corto beso en los labios—. ¿Puedo tomar una ducha?

—Claro, no tienes que preguntar, mi casa es tu casa.

Steve sonrió y subió al baño, fui a mi habitación y recorrí mi clóset, tomé el primer vestido negro que encontré, Steve salió unos minutos después de que terminara de arreglarme.

—¿Me veo presentable?

—Podrías ponerte una bolsa de basura y lucirás preciosa.

Sonreí y Steve me ayudó a ponerme un collar.

—¿Podrías llevarme al cementerio?

—Por supuesto.— Steve me llevo hasta allí me quedé varios minutos dentro del auto mientras veía pasar gente—. ¿Quieres que te espere...?

—No. Quizás me quedé a hablar con Joyce y... No lo sé, puede que tarde más de lo que planeó, así que, ve a casa y ordena porque tus papás vuelven hoy.

Steve cerró los ojos y suspiro pesado, solté una leve risa y le di un beso en la mejilla.

—Te veo luego, hermosa.

—Te amo.

Cerré la puerta y ambos sonreímos a través del vidrio antes de seguir nuestros propios caminos, saludé a Jonathan y él me agradeció por estar allí.

—¿___?

—Señor Byers...

—Estas más grande— dijo mirándome de pies a cabeza—. Supe que cuidabas de Will.

—Si, creo que lo hice mejor que usted.

—___— me reprochó Joyce—. Se amable, cariño.

—No, está bien, tiene razón.— dijo él.

—Es curioso que aparezcas ahora Lonnie, tenía el presentimiento de que ni para una situación como esta estarías presente.

—Ahora la formalidad quedó atrás.

—No te mereces mi respeto, eres repugnante.

Me aleje de él lo más que pude y al parecer, Jonathan había hecho lo mismo.

—Mi padre es un idiota.

—Lo es.

La ceremonia transcurrió sin inconvenientes, lancé una de las rosas a la tumba y luego me acerque a Nancy, pronto se nos unió Jonathan, el cual saco un mapa.

—Bien, entonces aquí es donde estamos seguros de que estuvo.

—Entonces esa es...

—La casa de Steve.— afirme.

—Aquí encontraron la bicicleta de Will, y está es mi casa.— señaló Jonathan.

—Todo está muy cerca.

—Si exacto, está a menos de dos kilómetros. Sea lo que sea no se aleja mucho.

—¿Quieres ir ahí?— pregunté a Jonathan.

—Quizás no encontremos nada.

—Yo encontré algo— dijo Nancy—. Y si lo vemos...entonces ¿Que?

—Lo matamos.— dijimos con Jonathan al unísono.

—Vengan.

Mire a Nancy antes de seguir al chico que se adelantaba rápidamente al vacío de la policía.

—¿Qué haces?— dije cuando lo vi forzar la cajuela—. ¿Qué buscas?

—Armas.

—¿Hablas en serio?

—¿Que piensas hacer cuando lo veamos?, ¿Sacarle una foto, gritarle?

—Es una pésima idea— dijo Nancy.

—Bueno es lo mejor que tenemos.—dije y Jonathan me dió la razón—. Además, nadie nos creería.

—Tu madre nos creería— le dijo Nancy a Jonathan.

—Si, pero ya sufrió suficiente.

—Deberíamos decirle.

—Se lo diré, Nancy, después de que haya acabado con esa cosa.

—Bueno, iré a cambiarme— dije—. Nos vemos luego.

—Nos vemos.

Play With Me [Steve Harrington y T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora