Muerte

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Bills despertó en un lugar para nada desconocido, estaba en el palacio de Zeno Sama, estaba atado de manos con cadenas miró a todos lados en busca de su amado y allí estaba, al frente suya, con la mirada perdida en el piso como si fuese la cosa más interesante del universo, Bills lo llamo y Shin lo miró, este tenía los ojos llorosos. El Dios destructor se preocupó de su pareja y le preguntó que ¿que le pasaba? Y este con la voz rota le dijo:

N-Nos...N-Nos van...a matar-habló para luego romper en llanto, justo en ese momento llegaron Whis, Daishinkan y Zeno Sama. Bills no los saludó con el respeto que merecían ya que estaba furioso con ellos y Daishinkan se dió cuenta de ello y miró con desprecio al Dios.

Supremo Kaiosama del Éste del universo 7 y El Dios Bills del universo 7 saben por que estan aquí ¿verdad?— nadie responde, Daishinkan carraspea— Ustedes estan aquí ya que rompieron las reglas dichas por el gran Zeno Sama.

El gran sacerdote cambia a un aura más tetrica.

—Ustedes van a morir y lo saben ¿verdad?— habló mirando cínicamente a los dos dioses.

—lo que dice tiene razón, ustedes van a morir ¿si? Cometieron un grave y asqueroso error ¿si?—habló seriamente Zeno Sama, en todo este momento Whis estuvo con un rostro serio mirado a Bills.

—¿Últimas palabra Dioses?— habló el Gran sacerdote ahora con el aura neutral que tenía normalmente.

—....Bills, yo cometí el grandioso error de amarte y eso va a tener una consecuencia muy grave, p-pero—a Shin se le empezó a quebrar la voz— fue lindo ser tu pareja durante esos 4 años, te amo mucho Bills—el supremo lloraba a cantaros mientras veía a su pareja.

—Espero que estes contento con el resultado Whis, si no fuera por que yo elegí a Shin en vez de a ti, tú estarías tomando el lugar de él ¿oh crees que no me e dado cuenta del diario que tienes y que te atraigo amorosamente? ¿No es así maestro?— habló con enojo el Dios destructor y eso hizo que casi todos se sorprendieran menos Daishinkan, el ya lo sabía o al menos lo sospechaba.

No diga falacias de mi Señor Bills usted no tiene pruebas ni fundamentos—habló Whis asustado y con el ceño fruncido.

¿Crees que voy a decir las cosas sin tener pruebas?—habló Bills sonriendo—tengo tú diario en mi bolsillo.

Sacalo ¿si?—le habló a Daishikan y este lo sacó del bolsillo y se lo entrego a Zeno Sama y éste con asco leía toda las palabras amorosas que Whis le ubiese gustado dedicarle a Bills.

No te voy a matar ¿si? Solamente por que no estabas de novio con Bills ¿si? Pero ya no pienses en eso— Whis asintió con nerviosismo y bajó la cabeza.

Bueno, es hora de decir adiós— levantó la mano y  rápidamente los dioses empezaron a desaparecer, lo último que escuchó Shin fue un calido "yo también te amo mi duendecito" para luego convertirse en la nada misma.

Cuidando A ShinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora