Mi propiedad

424 34 5
                                    

No le había avisado a nadie que ya estaba en Portland, cogí mi celular y empecé a revisar mensajes y llamadas perdidas, le hablé a mi madre para contarle la situación de la mamá de Alex, me dijo que pensaba viajar dentro de los días siguientes por si Alex o su familia necesitaban algo algo además que aprovecharía de estar unos días conmigo mientras estaba libre de la selección y el equipo, se preocupó de igual manera de mi situación y si este viaje improvisado podía afectarme o no con todo este proceso, y si esto podía dejarme fuera de los olímpicos, la tranquilice al decirle que tenía licencia médica y que el cuerpo técnico me había dado su venía. Llame a Kelly para contarle cómo estaba la situación, y también a la entrenadora ya que ella me había encargado contarle novedades o lo que fuera que ocurriera con Alex, incluso Christen me había escrito preguntando cómo yo seguía de salud, seguramente Kelly le había comentado que yo no había viajado en mis mejores condiciones. - Hey...- le dije a Alex cuando noté que estaba comenzando a despertar, le volví a acariciar el pelo y ella cerraba los ojos a ratos - Aun es temprano... Servando fue a buscar a tu padre - le comenté y ella se levantó acomodándose - ¿Cuanto dormí?- me pregunto intento reaccionar, y me reí por ello - mucho...- le dije y se colocó rápidamente de pie ya que un médico se había acercado y pregunto por los familiares de Pamela Morgan, nos acercamos al médico y él solo nos contó que seguía estable y evolucionando favorablemente, pero debería seguir en observaciones ya que permanecía en coma inducido, eso último hizo que el rostro de Alex se desfigurara, tenía claro que sacar a una persona del coma  era un proceso delicado, así que las horas que venían seguían siendo de incertidumbre, el médico se retiró luego de darle además unas indicaciones de uno papeles que debía firmar su padre, Alex estaba complemente descolocada y vi cómo luego de un suspiro sus ojos se volvían a llenar de lágrimas, me coloqué levemente en punto de pies para poder abrazarla desde los hombros acariciando el cabello, ella me rodeó por la cintura de manera instintiva - Ella estará bien... - le comenté al oido - está en  buenas manos Alex...- le dije y ella suspiraba resignada, abrí distancia entre nosotras para poder mirarla a los ojos - Estoy aquí para lo que necesites...- le dije limpiándole una lagrima que caída de su rostro, y ella me abrazó fuerte acercándome nuevamente.

Ya cerca de las 10 de la mañana habían llegado el padre de Alex con Jenni, solo una de sus hermanas, ya que la otra chica se había quedado con Servando arreglando unos documentos en su trabajo, Alex se colocó de pie y conversó unos minutos con su padre, él de no de muy buena gana la había enviado a darse una ducha y descanzar en su departamento y le pasó las llaves de su auto - No aceptaré un no por respuesta Alexandra...- había dicho antes de que Alex tomara su bolso y me viera cruzando miradas unos segundo - Te pasaré a dejar Tobin... creo que tú también debes descansar - dijo ella despidiéndose rápidamente de su familia y apuntando de manera amenazadora el rostro de su padre, ella se fue reclamando todo el camino desde la mampara del Hall del hospital hasta la puerta del auto, luego finalmente se sentó y me miró - Gracias Tobin... te paso de dejar... ya he abusado mucho de ti estás últimas horas - dijo ella encogiéndose levemente de hombros.
- No Alex... no podemos ir a mi departamento- dije y ella me miró confundida, como si yo estuviese ocultándole algo - mis llaves están en mi maleta en el auto de Servando...- le comenté y ella se burló a risotadas causando que me sonrojara - Ok... luego vemos lo de tus llaves - dijo antes de hacer contacto y salir del estacionamiento. Cerca de 45 minutos tardamos en llegar a su departamento, me sentí incómoda al comienzo ya que la última vez que había estado allí prácticamente salí arrancando, recuero que ese día  recogí rápidamente mis cosa y no tenía intensiones de volver, Alex me pidió que no pensara tonterías ya que siempre sería bienvenida, me ofreció algo caliente de beber mientras ella se daba una ducha, en realidad fue un baño de tina, así que tardo bastante, me había dormido en el sillón y fue ella quien me despertó - si quieres puedes bañarte luego... - me dijo ella y me acerco una toalla con un un polera y un short, le negué con la cabeza - Creo que prefiero dormir un ratito primero... ¿tttttme puedes traer una manta?- le pedí, y ella me miro colocando sus ojos en blanco
- ¿Enserio?- me cuestionó - Jamás te gustó dormir en el sillón Tobs... deja tus tontería de lado y sube a mi habitación... - la quede mirando algo incomoda pero su actitud era tan natural y autoritaria, tan ella que sabía que no aceptaría un no por respuesta, me levante del sillón y tome lo que ella traía en sus manos - Me iré a bañar... - le comenté, y escuché tras de mí gritar "Te espero en mi pieza". Me tome todo el tiempo del mundo en la ducha antes de salir del baño, la verdad fue reponedor y relajante, me seque apenas el cabello ya que el cansancio ya no podía más en mi, solo había dormido a pestañeos y sobresaltos, antes de entrar en la habitación de Alex di tres golpecitos en la puerta y luego la empujé , le pregunté si podía pasar pero no hubo respuesta de su parte, busque su cargador de celular entre sus cosas "Permiso" le comenté a una Alex completamente dormida, ella traía solo un top y ropa interior, siempre durmió, siempre le gustó provocarme, la quedé admirando y al segundo volví a lo mío , dejé cargando mi celular en el velador y me recosté en su cama, había olvidado lo cómoda que era, me quedé mirando el techo varios minutos esperando que me entrara el sueño, lo cual no tardo mucho en suceder, me giré hacia la pared dándole la espalda a Alex y acomode un cojín bajo mi cabeza, sentí como me rodeaba con uno de sus brazo por la cintura acercándome hacia ella, y pegando mi cuerpo al suyo, sus rodillas encajadas perfectamente en la parte trasera de mis muslos, y su rostro pegado en mi nuca respirando muy cerca de mi oído, no opuse resistencia, fue tanto tiempo en el que nos buscábamos por la noche durante el sueño de manera inconsciente que el derecho de esa posición aún lo sentía propio.

Nunca, hasta ahora.Where stories live. Discover now