7x07: Quiet Nights

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Lena atravesó el portal, con una sensación amarga en su garganta por haberla dejado sola, comenzó directamente a la sección de armas que Kara le mostró las veces que estuvo en ese helado lugar -"Krypton en la tierra" -, así se lo nombró Supergirl cuando estuvieron juntas por primera vez en ese mismo lugar -uno que le trae ciertos recuerdos amargos-, ese pequeño panel poderoso cuyo idioma era diferente, lo conocía bien, entendía su idioma y tal vez algún día se aventuraría a pronunciarlo. Despejó sus pensamientos futuristas cuando llegó a esa sala repleta de armas intergalácticas, no tardó en encontrar el dispersor que su hermano creó como parte de sus deseos por destruir a Superman; no quería usarlo por más confianza que la chica de acero le tuviera esa confianza. Pero, como ella era Lena Luthor, encontraría una solución más viable en lugar de usar ese cristal verde, lo tomó de todas formas y abrió un portal directo a la Torre, caminó apresurada al labotorio dando un ligero vistazo a través del balcón, se distinguían manchas en el cielo peleando entre ellas. No debía perder más tiempo, ya no caminaba, corría otra vez, colocó el dispersor sobre la mesa de metal y comenzó a desarmarlo, miró frente a ella la granada de sol rojo que logró crear con ayuda de Brainy, su corazón reaccionó indicándole lo que debía hacer. Asintió para sí misma tomándola, crearía un sol rojo falso, eso lograría influir en los kryptonianos invasores, ya que los Super estaban protegidos por sus trajes, no necesitaría el mineral tóxico.

Desarmó el artilugio como si no se tratase de nada, conocía a la perfección su mecanismo, se contabilizada ya una tercera vez que lo hacía. Modificó su sistema para poder integrar la granada y terminó por codificar su nueva función, suspiró con fuerza cruzando los dedos, debía funcionar sí, o sí. Apretó su reloj creando un nuevo portal, se iría en el punto más alto de su edificio, ahí lo activaría.

-Va a funcionar, yo sé que sí -murmuró mirando a Kara caer en un rascacielos con un kryptoniano que ella no conocía.

Apretó el pequeño botón y se hizo para atrás mirando como una esfera gigante cubría el cielo de National City, posicionándose justo donde se encontraba la luna, aun siendo de noche, el sol falso debía cumplir su función. Sintió que los rayos impactaban muy débiles, tomó como decisión de último momento implementar su magia para incrementar el efecto.

-¡Lena, bien hecho! -escuchó a Alex felicitarla por el auricular. Lena sonrió con autoeficiencia volviendo a concertarse en su hechizo.

Kara miró el sol rojo falso comenzó a sonreír ampliamente notando que su cuerpo no estaba débil, su Lena tuvo una alternativa mejor que usar kryptonita, no la decepcionó, nunca lo hacía. Se levantó enterrando sus dedos en el asfalto mirando satisfecha a su tío Non, se le notaba que la estrella falsa cumplía su función, sus poderes ya no estaban, excepto los de ella y Kal- El. Le dio un golpe fuerte por al kryptoniano mayor, escuchó como cada uno de sus costillas se quebraba por la fuerza que implementó en él. Su tío soltó un alarido de completo dolor, las venas en su cuello se marcaron y su piel se comenzó a poner roja, a como pudo empezó a arrastrarse lejos de Supergirl, tenía miedo, estaba débil como un simple humano, se arrepentía por completo de haber subestimado a su sobrina, ahora olía su propia muerte.

-¿Cómo te sientes, Non?, me parece que es un lindo sol -le preguntó divertida elevándose unos cuántos centímetros del suelo mirando el cielo rojizo- Llegó el momento de rendirse, ¿no lo crees? -le comentó en su idioma, apretó los puños acercándose a él.

-¿Cómo es posible? -se miró sorprendido mirándolo con inquietud, le costaba respirar-, los humanos no son más que moscas, ¿cómo es posible que hayan podido crear uno? -Kara no estaba para escucharlo más, lo agarró de camisa elevándose poco a poco junto con él.

-Muchas de esas "moscas" como las llamas, son los seres más inteligentes de lo que crees -su mente solo imaginaba a una persona-. Esos que menos precias tienen sentimientos, viven, aman, tal vez no como en Krypton, pero yo los entiendo, porque también tengo una parte humana -recordó las palabras de su padre el día que se despidieron-. ¡Este es mi hogar, no dejaré que nadie irrumpa nuestra paz! -Supergirl lo agarró de la camisa con más firmeza y comenzó a avanzar en el aire sin importarle sus huesos estuvieran quebrados, nadie se metía con su hogar.

Supergirl & Luthor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora