Capítulo 30

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11 de Septiembre, 2019

TYLER.

Mis pies comenzaban a dolerme de tantas vueltas que daba con ellos, no podía mantenerme tranquilo, si mi familia y la familia Brown estaban tomando la situación con calma yo no.

—Tyler...

—¡No me digan nada! —zanjeo cualquier intento de calma de parte de mi madre.

—Natasha no puede alterarse —murmura Angie a mi lado, que desde que se enteró le está haciendo competencia a la leche.

—Si hija, no sabemos si trae su inhalador... no sé cómo está mi pequeña...

Hellen vuelve a romper en llanto por no sé cuántas veces, su esposo suspira con los ojos cerrados antes de atraerla hacia su pecho. Vuelvo a mirar a Angie que se ve más nerviosa de lo normal.

—¿Sabes algo que yo no? —la interrogo en voz baja.

Me mira alarmada por unos segundos, se gira en redonda para salir de la sala sin decir una palabra.

Voy a explotar en cualquier momento, se me van a quemar las malditas neuronas del cerebro de tanto pensar en dónde se los habrán llevado.

Solo a mí me pasan todos los problemas, tengo enemigos hasta en el infierno. Por qué aparecen ahora a joderme la existencia, suficiente tenía con el idiota de Ben y su madre, que me las va a pagar en cuanto encuentre a Ángelo y a Natasha.

—Tyler, ven conmigo —ordena mi abuela, caminando hacia el pasillo.

La sigo sin hacer objeciones, lleva horas diciendo que lo va a resolver y eso espero que me diga ahora. Entra al que fue mi estudio cuando vivía aquí, cierro la puerta después de entrar también.

—Espero que no me vengas a dar una charla para que me maneje —advierto de antemano.

—No sé con quiénes nos estamos metiendo, no puedo formar un escándalo ahora, no estoy en mi territorio, Tyler.

Respiro hondo tratando de no responder de mala manera.

—Esto es culpa de la maldita de Hanna, no le bastó con joderme ella sola, así que, llamó a los de la puta pandilla donde el idiota de su hijo que se está pudriendo en el maldito infierno estaba. ¡Me quieren joder todos al mismo tiempo!

—Cálmate, Tyler...

—¡¡No pienso calmarme, maldición!! ¡Voy a ir a prisión, porque voy a matarla!

Me siento impotente al no saber cómo están, si los ha tocado... Ángelo no puede estar pagando por mis errores, es demasiado pequeño para estar en esto.

—Si te calmas, podríamos hablar de lo que vamos a hacer —susurra cerca de mí.

Toma mi barbilla para que la mire mientras sonríe con calma.

—Entiendo tu desesperación, pero sabes que ellos no se atreverían a tocarlos.

—No son Hanna, abuela —le recuerdo—. No tienen sus métodos como ella, como nosotros.

—Sabes que mis métodos son peores que cualquiera —murmura con los ojos fijos en los míos, su mirada decidida hace acto de presencia—. Hanna va a pagar por lo que hizo, pero primero concentrémonos en Natasha y el niño.

Me alejo de su agarre recordando que estoy en aprietos, yo mismo sé que no será fácil nada de esto si no tengo algo de que sostenerme.

—Esto no se puede poner peor —mascullo.

Los secretos de Tyler HendersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora