Desperté temprano por la mañana, me levante con cuidado de la cama y tomé una ducha rápida, me coloqué la ropa, tomé mis tacones los cuáles me colocaría frente a la puerta principal, tomé mi bolso asegurándome de llevar mi billetera, las llaves del auto y mi teléfono… Contemplé a Betty por un par de minutos antes de salir de la habitación, se veía realmente hermosa al dormir…
-¡Qué suerte la mía!- pensé-
Finalmente llegué a la planta baja de la casa, salí ya con mis tacones puestos y me subí al auto, conduciría hasta la floristería en dónde había pedido un arreglo de rosas para Betty junto a otros para el resto de las mujeres de la familia. Observé la hora en mi teléfono exactamente eran las 7:50 de la mañana, luego de recoger las rosas de Betty conduje hasta mi joyería, mis empleadas me saludaron con una sonrisa en el rostro, llegué hasta mi oficina y justo como lo había pedido en el centro de mi escritorio estaba la cajita de terciopelo verde que había pedido, abrí mi caja fuerte y saqué el anillo que había hecho para Betty, tomando como inspiración sus hermosos ojos. Sonreí satisfecha ante aquel trabajo y salí de nuevo camino a casa llevando los obsequios conmigo.
Al entrar a casa lo primero que escuché fueron las pequeñas carcajadas de mi pequeña Lili quién estaba próxima a cumplir sus 4 años y de mi pequeño Marcos, al parecer estaban en la cocina, caminé por el pasillo y efectivamente allí estaban los 3 tratando de preparar el desayuno.
-¡Buenos días a las personas más importantes en mi vida!- dije haciéndolos sobresaltar-
-¡Mamiii!- gritó la pequeña Lili acercándose a mi, la tomé en brazos y deposité un beso en su mejilla, imite la última con Marcos y finalmente me acerqué a abrazar por la espalda a Betty quién picaba un par de Fresas.
-Señora Lodge-Cooper, su esposa esperaba encontrarla en la cama al despertar- dijo Betty casi en un susurro-
-Lo siento amor, debía ir por unas cosas…- le respondí, nos separamos y unimos nuestros labios en un beso, la ayudé a terminar de preparar el desayuno de nuestros hijos, yo me quedé supervisándolos mientras ella subía de nuevo a la habitación para terminarse de arreglar y esperábamos a que la niñera llegara para ir al desayuno que Jason nos había preparado.
Cerca de la 1pm regresamos a casa, la niñera había salido al centro comercial con los niños por lo que teníamos un par de horas a solas con Betty…
-Amor, tengo un par de obsequios para ti…- dije mientras la observaba quitarse sus tacones-
-¿Así?... Yo también tengo una sorpresa para ti- dijo con una sonrisa coqueta-
-Bueno, pero en ese caso yo te daré primero mis obsequios- dije, fui al armario de limpieza en la planta baja y tomé los obsequios nuevamente subí y lo primero que le entregué fueron las rosas-
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-Mi amor! Es realmente muy hermoso- sonrió- Muchísimas gracias-
-No es nada mi linda B- le contesté, saqué la cajita de terciopelo de la bolsa de mi gabardina, se la entregué y ella la abrió-
-Verónica…- susurró con sus ojos cristalizados- Esto es hermoso...-
-Desde que nos casamos hace casi 10 años te dije que crearía la joya más hermosa que jamás existiría en el mundo… Durante mucho tiempo busqué el diamante perfecto y finalmente lo encontré- limpié una lágrima que bajaba por su mejilla con mi pulgar- Después de debatir por varios días conmigo misma... Me di cuenta que siempre he tenido ese diamante conmigo- tomé sus manos entre las mías y la observé- Tú… tú siempre has sido mi diamante perfecto amor… Lo supe desde el momento en el que al pensar en lo perfecto tú y nuestros hijos se venían a mi mente, supe que tú eres mi diamante perfecto por todas las veces que al amanecer no puedo dejar de admirarte, sé que eres y siempre serás mi diamante perfecto porque jamás deseare que otros ojos me miren como tú lo haces… Te amo con mi vida Betty y estoy muy agradecida por todo lo que me has dado durante todos estos años- culminé y sentí sus brazos rodear mi cuerpo, un sollozo escapó de su boca mientras se aferraba a mi-
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-Te amo, te amo, te amo, te amo Verónica- repitió… en definitiva había ganado la fortuna más grande al casarme con ella….
Pov Narrador.
El reloj marcaba las 8 de la noche, toda la familia se encontraba reunida en el gran jardín de la aún Casa Topaz-Blossom, la música clásica le daba un toque especial a aquella hermosa celebración. Toni había contratado a una decoradora de eventos que se encargara del jardín de su casa para que estuviese listo a la hora de la cena, también había contratado un servicio de buffet que fue instalado a un costado del jardín. Y es que la morena había pasado toda la tarde frente a la tumba de la pequeña Riley, aquella fecha se suponía sería su primer día de las madres sin embargo en lugar de celebrar se la había pasado llorando sobre el frío mármol de la tumba de su amada hija.
Después de 40 minutos finalmente habían terminado de cenar, todos pasaron a la sala principal para entregar los obsequios como parte de la tradición familiar... Entre los obsequios entregados estaban costosos bolsos, día de Spa para todas las chicas, un viaje a las vegas con todo pagado cortesía de Jason quién se encontraba en la cena con las mujeres de la familia, un hermoso juego de joyas para cada una, hermosos tacones de colección, entre otros.
Pasada las 10 de la noche todos decidieron que era hora de irse pues al día siguiente debían ir a trabajar, Toni camino hacia la puerta principal para comenzar a despedirse de cada uno cuando en el piso observó un sobre grande el cuál tomó con curiosidad, lo abrió para observar lo que había en el interior y caminó hasta llegar a la sala principal.
-¿Cariño, te encuentras bien?- le preguntó Anne al ver cómo su rostro se llenaba de duda-¿Toni?-
La morena finalmente levantó su rostro para observarlos, trataba de articular palabra alguna pero le era imposible hacerlo y como si sus pies hubiesen cobrado vida propia corrió por el largo pasillo, cruzó la cocina y llegó al gran jardín en dónde habían estado cenando hacia varios minutos atrás… Sintió como la sangre de su cuerpo se congeló al observar lo que se encontraba frente a ella, su respiración se detuvo y sintió como su corazón luchaba por escaparse de su pecho.
-T… ¿Qué suce…?- Verónica quedó muda al ver aquella escena… Escena que destrozaría a cada uno de ellos, pero sobre todo a la pelirosa…
