Capítulo 10 - Mi lado oscuro

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Poco minutos después de que Clarke se fuera, Josie apareció en la entrada de la cabaña. Hope la dejó entrar sin poner resistencia.

Iba a intentar neutralizarla, esta vez de verdad lo iba a intentar.

—¿Sabes, Hope? Puedes tener una muerte rápida conmigo o una lenta con Ken. Es tu decisión —mencionó Josie y se colocó detrás del sillón polvoriento que estaba frente al suyo.

Hope la miró con los ojos entrecerrados. ¿Cómo había podido Ken activar su lado oscuro?

—Sabes que no puedo hacer eso. No me rendiré fácilmente. No dejaré con un dios me intimide —comentó y sus ojos se volvieron de un brillante amarillo—. Ahora soy trihibrida, la sobrenatural más poderosa del mundo.

Josie sonrió con suficiencia y la miró con cierta curiosidad.

—Él prometió darme el control de este cuerpo a cambio de mi lealtad —dijo de pronto e hizo una mueca—. Pero no me gusta obedecer órdenes de otros.

Hope abrió los ojos como platos, esperanzada. ¿Josie seguía ahí? ¿Era ella la que se oponía a Ken?

—Te propongo algo, trihibrida —dijo recalcando la última palabra—. Luchar contigo será eterno, placentero sí, pero agotador...

Hope se cruzó de brazos y alzó una ceja.

—¿A qué quieres llegar?

Josie alzó una mano, divertida, pidiendo paciencia.

—Te ofrezco unirte a mí —propuso—. Me ayudarás a devolver la oscuridad a Mystic Falls. De esa forma, para que el trato sea justo, Ken se debilitará y podremos acabarlo.

Hope alzó sus cejas. Le estaba proponiendo una alianza. Pero ella solo estaría cambiando un mal por otro. Ken, pese a sus defectos, estaba segura de que lucharía solo con ella si le pedía un duelo, Josie, en cambio, era impredecible.

—Lo de Ken suena tentador, pero no sé si vale el riesgo —soltó.

Josie asintió.  Entonces sacó un frasco del bolsillo de su vestido, contenía un líquido igualmente oscuro y burbujeante.

—Sé que Lizzie está dormida. Por mi hechizo —mencionó y agitó el frasco frente a ella—. Si no despierta pronto, se secará por no ingerir sangre. Se irá desvaneciendo hasta convertirse en polvo.

Hope tragó con fuerza y miró el frasco. Si lo que decía era cierto, debían curarla. Pero Josie era la única que podía.

—Este frasco contiene solo un poco de mi sangre y un hechizo de resurrección, como me gusta llamarlo. —Rio—. Pero ya debes saber que solo la persona que hizo el hechizo puede romperlo.

Hope asintió con los labios apretados. La tenía entre la espada y la pared.

—Está bien. Pero solo si eso de verdad cura a Lizzie —aceptó, molesta—. Y tampoco lastimarás a nadie de la escuela.

Josie sonrió, satisfecha.

—Hecho —dijo y entonces se volteó hacia un pasillo de la casa con los ojos entrecerrados—. ¿Clarke? ¿Podrías venir, por favor? Y baja la ballesta, gracias.

Segundos después, Clarke apareció por el pasillo y Hope lo miró con los ojos abiertos como platos. La había desobedecido.

—No sabía que estaba aquí. Él no tiene nada que ver —explicó Hope y le hizo señas a Clarke para que bajara el arma antes de que empeorara la cosas.

Clarke hizo una mueca y dejó la ballesta en el suelo. Josie lo miró, divertida.

—Vaya dúo más extraño que hacen —mencionó y ladeó la cabeza hacia Hope—. ¿Recuerdas cuando tú y Landon eran así? ¡Qué increíble! Cambiaste un hermano por otro.

Los ojos de Hope se tornaron amarillos y las venas bajo sus ojos resaltaron. Soltó un gruñido.

—Baja las garras, Hope. No querrás dañar lo único que puede salvar a Lizzie, ¿o sí?

La joven volvió a la normalidad con cara de pocos amigos.

—Buena chica —dijo Josie y se volteó hacia Clarke—. Tú te encargarás de llevarle esto a Lizzie. Estoy segura de que sabes cómo hacerlo.

Josie le entregó el frasco, pero antes de que pueda decir nada más, Hope se acercó a él con velocidad vampírica.

—Dale esto a Lizzie. Cuenta al resto lo que pasó —pidió, ansiosa—. Por favor.

Pero Clarke, testarudo, negó con la cabeza.

—No puedes quedarte aquí. Con ella. ¿Qué harás? —preguntó, increíblemente preocupado.

Antes de que Hope pudiera responder, Josie dio unas palmadas en el aire.

—¡Suficiente! —exclamó—. Vete ya antes de que me arrepienta.

Hope asintió y Clarke se fue. La joven se volteó hacia Josie, molesta. Se había vuelto muy manipuladora.

—Bien. Tenemos muchas cosas que hacer —comentó la joven de cabello oscuro—. Pero primero, hay algo que debes hacer.

Hope le dedicó una mirada fría.

—Es muy simple. Debes apagar tu humanidad —declaró y esbozó una sonrisa de lado—. Es necesario para lo que se viene.

Hope alzó sus cejas y negó con la cabeza. No pondría la vida del resto en peligro nuevamente.

—No lo haré. Me ha costado mucho salir de eso —replicó y se pasó una mano por el rostro—. Si quieres obediencia, no la tendrás de mi sin humanidad. No hay nadie quien me detenga.

Josie se acercó a ella sin dudarlo y le acomodó un cabello rebelde detrás de la oreja. Hope no se inmutó.

Apágala —ordenó con una voz que penetró en sus sentidos—. Apágala ahora.

Hope se quedó rígida un instante con los ojos llorosos.

Apágala —presionó Josie.

Hope cerró los ojos.

Lo único que oía en su mente era: apágala, apágala, apágala...

Hopeful | Legacies FanFicWhere stories live. Discover now