Capitulo 11 - Perdida

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Clarke regresó a la escuela Salvatore después de un par de horas de dura caminata. Cleo que se encontraba un poco lejos de la escuela, intentando contactar a Hope, fue la primera en verlo.

—¿Clarke? —preguntó la joven y se acercó a él.

Kaleb no tardó de unirse a ellos. El dragón había estado patrullando por los alrededores.

—Vengo de parte de Hope —dijo Clarke y les enseñó la pócima que llevaba en el bolsillo—. Tenemos que dársela a Elizabeth.

Cleo apretó los labios. Se acercó a él y tocó su frente, luego de algunos segundos se apartó y asintió hacia Kaleb con una expresión que reflejaba miedo.

—Es verdad. Debemos apresurarnos.

Los tres entraron a la escuela y Clarke se encargó de explicarles lo que había sucedido con Hope y Josie, la batalla, la huida y la alianza.

—Esto es terrible —soltó Alaric y se pasó una mano por el rostro—. Todo se ha salido de control.

Cleo sacudió la cabeza.

—Aún no, señor Saltzman. Debemos curar a Lizzie.

Alaric asintió y todos se reunieron alrededor de la joven. MG se encargó de incorporarla y Cleo la hizo tragar la pócima. Cuando se terminó, todos esperaron, expectante. Pasó al menos un minuto hasta que Lizzie empezó a abrir los ojos.

—¡Estás despierta! —dijo MG con una gran sonrisa y la abrazó.

Lizzie frunció el ceño, confundida, y luego sus venas resaltaron bajo sus ojos. Miró a su alrededor, medio asustada.

—Estoy hambrienta —soltó y se levantó de un salto—. Necesito sangre. Ahora.

Kaleb fue rápido y le trajo 2 bolsas de sangre. Lizzie no tardó en beberlas.

—Bien. Ya estoy mejor —dijo y miró las caras de sus amigos—. ¿Qué rayos pasó? ¿Por qué tienen esas caras como si hubieran visto a un fantasma? —preguntó y tiró las bolsas de sangre en una mesa.

Clarke, que estaba sentado en un asiento frente a ella, agitó levemente la mano para que le prestara atención. Lizzie bajó la vista hacia él y su expresión se endureció.

—Tu querida hermana Josie, se las ha arreglado para jodernos —mencionó.

Lizzie entrecerró los ojos y se acercó a él con un movimiento.

—No se te ocurra hablar mal de mi hermana. Tu eres el menos indicado para criticarla —replicó, tajante.

Clarke puso los ojos en blanco. Esperaba esa reacción de su parte.

—Hizo un trato con Hope. Serán aliadas. Pero ella tendrá que ayudar a Josie a devolver la oscuridad a Mystic Falls, e imagino que después lo expandirá —comentó y alzó una ceja—. No sé ustedes, pero esta situación me resulta muy familiar. ¡Ah, es verdad! Me recuerda a mi padre, Malivor.

Lizzie abrió los ojos como platos y se enderezó, atónita. Luego miró a su padre, pidiendo una explicación con la mirada.

—Josie no sería capaz... No nos mataría, ¿o sí? —dijo Lizzie.

Alaric se encogió de hombros, con la misma incertidumbre.

—No lo sé, hija. En este momento no es ella —respondió y soltó un suspiro—. Pero Clarke dice la verdad. Hope aceptó porque la única que podía despertarte era Josie.

—También prometió no dañar a nadie de la escuela —aclaró Clarke—. Aunque no podemos decir lo mismo de la gente del pueblo.

Lizzie se tiró en el sillón, derrotada. No podía creer lo que había hecho su hermana. Se suponía que ella era la hermana que lo arruinaba todo siempre, no Josie.

—Tengo que avisarle a Damon y a Elena, sus hijos son pequeños aún —murmuró Alaric—. Creo que aún no hace falta avisarle al oficial Donovan a menos que sepamos de actividades sospechosas.

Lizzie siguió cabizbaja por unos segundos más hasta que se levantó de un salto, sorprendiendo a MG que se encontraba abrazándola.

—¡Esta situación es un asco! —exclamó y miró a sus amigos—. Pero iremos por Hope. Ya he despertado. No tiene que ser parte de eso. Nunca debió haber aceptado. Pero así es Hope, siempre dispuesta a todo por los que quiere.

MG asintió.

—Le debemos a Hope ayudarla —concordó—. Y también debemos encontrar el modo de ayudar a Josie a volver en sí.

Cleo dio un paso adelante.

—Creo que podría intentar ayudar con eso —dijo y le hizo una seña a Kaleb—. Podría buscar a Jen y ver si sabe algo al respecto de cómo Ken emergió el lado oscuro de Josie.

Lizzie asintió con una sonrisa.

—¡Perfecto, sí! Creo que Jen podría ser de ayuda. Odia a Ken.

Clarke dio unas palmadas y se levantó.

—Genial. ¿Qué puedo hacer yo?

Lizzie lo miró de arriba a abajo y soltó un bufido, molesta.

—Bueno, tú podrías volver al sitio del que viniste y dejarnos en paz —propuso y puso los ojos en blanco.

Clarke se cruzó de brazos y la miró indignado cuando se fue de la sala.

—Puedes quedarte. Aunque no lo parezca, está agradecida de que hayas ayudado a Hope —mencionó MG y le dio unas palmadas en la espalda.

Clarke asintió, como si eso lo hiciera sentir mejor.

Pronto, todos empezaron a hacer planes, tanto para resguardar la escuela como para rastrear y detener a Josie.

Clarke solo esperaba que Hope no se hubiese rendido.

Hopeful | Legacies FanFicWhere stories live. Discover now