26. Apariencia

101 12 37
                                    

Lucy

Todo esto luce terrible, no puedo ponerlo de otra forma.

Desde que esa extraña nube cubrió la ciudad, Larcade me dijo que fuera al sitio más seguro que pudiera, así que llevo un buen rato en el sótano. Me sentía mucho más segura con él cerca, pero solo dijo que había pasado algo extraño y que iría a apoyar. Fui incapaz de pedirle que se quedara, sentí que hubiera sido demasiado egoísta.

Happy no está mucho mejor; se metió en el rincón más escondido que encontró y se nota que está en verdad asustado. Prefiero dejarlo quieto donde está, al menos ahí no le pasará nada.

Cabe aclarar que desde que todo esto comenzó, es como si la tecnología hubiera enloquecido por completo; mi teléfono no dejaba de encenderse, apagarse y hacer sonidos extraños, así que preferí apartarme de él. En cuanto a lo demás, es un comportamiento bastante similar, por lo que preferí quitar la energía en toda la casa para evitar cualquier posible incidente con eso, lo cual me deja con nada más que la pobre iluminación que aporta el cirio de mi primera comunión, que me encontré aquí.

El tiempo pasa y mi preocupación solo se hace más grande. No sé cuánto llevo aquí sola, pero ha sido suficiente para que mi paranoia convierta las sombras de los objetos a mi alrededor en monstruos salidos de pesadillas. Sé que todo está en mi mente, pero también que allá afuera esos monstruos son muy reales.

De repente un escalofrío me recorre, acompañado por otra sensación familiar, una que tardo unos pocos momentos en procesar.

"Es Natsu" concluyo; esa presencia suya es inconfundible, sé que está en esta casa.

No quiero pasar un momento más aquí sola, necesito verlo, que me diga que todo va bien. Con cuidado de no apagar la vela, subo las escaleras a toda velocidad para comenzar a buscarlo. Tardo un poco más en notar que debe estar arriba y ahora que lo pienso, tiene sentido; hace poco lo vi repasando los símbolos raros que dibujó en el ático, seguramente sea una forma de llegar con mayor facilidad.

—¿Natsu? —pregunto antes de terminar de subir, sin obtener respuesta alguna. Aún así, no pierdo la esperanza, sé que debe estar allí—. ¿Natsu? —repito, asomándome para tratar de ubicarlo.

El alivio llega a mí cuando noto una figura en el fondo de la habitación y escucho su voz en un corto murmullo.

—¿Qué dices? No alcancé a escuchar.

—¡Vete! —él excama y la llama de mi vela se hace al menos diez veces más grande de lo que estaba, antes de apagarse de golpe. Lo admito, eso me asustó un poco.

—Natsu, ¿qué pasa? ¿Estás bien? —pregunto acercándome un paso, pero me detengo en seco al volver a escucharlo.

—¡Dije que te fueras! —insiste. No sé si es idea mía, pero oigo su voz algo diferente, algo ronca y también me parece que pronuncia extraño algunas letras—. Quiero estar solo ahora —añade, un poco más tranquilo.

—¿Por qué no hablamos de esto? —propongo, pero él me ignora. De igual forma, continúo—: Larcade salió hace un largo rato para ayudarte, ¿Dónde está él?

—Larcade está muerto —dice con el volumen apenas suficiente para que yo lo escuche.

Tardo algunos momentos en terminar de procesarlo.

—¿Qué? —pregunto, sin aliento.

—Está muerto, yo... —repite a un volumen más fuerte, pero en un tono mucho más inestable. Da la sensación de que iba a decir algo más, pero por alguna razón no lo hace.

Siento mis ojos llenarse de lágrimas y mis manos están temblorosas. No puedo creer que se haya ido, no de esta forma tan repentina; estuve con él hace menos de dos horas y estaba perfectamente bien.

Alma perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora