001

81 5 3
                                    

—¿Tú sabes algo? — se dirigió a Pit, él negó.

Giró la cabeza para ver al frente, con impaciencia debido a no saber.

Viridi les dijo que Palutena y ella vendrían a hablar con ellos, pero desde ese momento ninguna de las dos ha aparecido. Estaban impacientes por no saber qué querían decirles.

—Cálmense ya. — Dark Pit intervino, cruzado de brazos. — Qué dramáticos...

—Mira quién lo dice, el que no puede entrar a alguna habitación sin hacer un número.

—Muérete.

—Ya, cálmense los dos. — Phosphora detuvo su pequeña pelea. — Creo que ya vienen...

—¿Cómo lo sabes?

—Porque soy genial. Y porque si se callaran, podrían oír sus pasos.

Tenía razón, ambas diosas se acercaban a donde estaban. Los cuatro se pusieron de pie, haciendo una reverencia. Se tenían demasiada confianza pero al fin y al cabo, seguían siendo diosas, sus superiores.

—Ok, iremos directo al grano. — Palutena empezó. Pero claro que sí. — Viridi y yo hemos tomado una decisión: el mundo de los cielos necesita actualizarse, al menos un poco.

—¿A qué se refiere con eso? — preguntó Pit educadamente.

—¿Por qué no esperas a que termine de hablar? — preguntó su doble oscuro con impaciencia.

—Por esta decisión que ambas hemos tomado... — continuó. — Digamos que usaremos la tecnología que los humanos utilizan.

—Y con "tecnología" nos referimos a usar teléfonos celulares. — el rostro de los cuatro se torció, confundidos por esa palabra extraña. — Miren, pronto entenderán.

—Así que... tengan.

Palutena extendió su mano, con pequeñas cajas rectangulares en esta. Estas cajas tenían una pantalla.

—¿Qué es esto?

—Teléfonos celulares, así se llaman.

Phosphora le dio un golpe fuerte con la mano a la caja misteriosa, solo para ver si sucedía algo.

—¡No, ten cuidado! — advirtió. Phosphora se detuvo de inmediato. Viridi se pasó las manos por el rostro. — No han pasado ni diez segundos y ya me estoy estresando.

—No me sorprende...

—Ahora les enseñaremos a como usarlo, y luego ustedes les enseñarán a los demás ícaros.

—¿Así que por eso es esto?

—Créanme, no fue fácil aprender a usarlo para ninguna de las dos.

Viridi suspiró molesta al terminar su oración, recordando todo lo que pasó al aprender a usar esos teléfonos del demonio. Fue un completo desastre.

A las tres horas de empezar (énfasis en tres horas) lograron enseñarles cómo usarlo. Bueno, unos más que otros.

—Oye, ¿qué es esto? — Pit preguntó curioso a la chica a su lado.

—Era para descargar «aplicaciones», creo...

El castaño suspiró.

—Todo esto es tan difícil...

—Sí, ¿verdad? — ambos se miraron con una sonrisa cansada.

Mientras tanto, Dark Pit los miraba molesto, apretando su nuevo teléfono con fuerza.

—Cálmate, lo vas a romper. — Phosphora se lo arrebató, Dark Pit suspiró molesto. — No estarías pasando por esto si le dijeras que te gusta.

—¿Puedes bajar la voz? Gracias.

Se veía tan molesto que no tardaba mucho para que sus dientes empezaran a rechinar por cómo los apretaba.

—Ok, te diré esto como amiga: dile lo que sientes o piérdela.

Le dejó el teléfono a un lado de él, le desordenó el cabello para luego marcharse a su habitación para empezar a gritar por el estrés que había estado sintiendo por esos malditos teléfonos. Dark Pit se quedó pensando en eso mientras miraba como ambos ángeles se sonreían mutuamente.

—Oye, ¿qué es esto? — ____ se dirigió a Pit.

—¿"Instagram"? — musitó con dificultad. — Qué palabra tan rara.

—Vamos a ver. — picó el botón que decía "instalar" en ambos teléfonos.

Ya todos los demás se habían ido, no estaría mal aprender un poco más.

—¿Y ahora qué hago? — preguntó Pit con duda

Ups! Tento obrázek porušuje naše pokyny k obsahu. Před publikováním ho, prosím, buď odstraň, nebo nahraď jiným.

—¿Y ahora qué hago? — preguntó Pit con duda.

—¿Ves dónde dice nombre de usuario y contraseña? Dice que debes rellenarlos. — dijo mientras señalaba la pantalla con su dedo índice.

—¿Qué nombre pongo? — preguntó el castaño, ____ rió.

—El que quieras, algo que te identifique, si no se te ocurre nada pon tu nombre y ya.

Él la observó un momento para luego mirar la pantalla con atención. 

"Nombre de usuario: @PitFloorIceCream."

—Bien, creo que ahora solo debes poner tu contraseña, algo que recuerdes fácil. — explicó.

El castaño la miró, frunciendo levemente el ceño.

—¿Cómo sabes todo esto?

—Viridi me enseñó. Al parecer ella y Palutena ya tienen perfiles... ahí. — dijo con duda, sin recordar cómo se llamaba la aplicación.

Al momento, ____ se tapó los ojos con las manos para evitar ver la contraseña que el castaño pondría, provocando una pequeña risa proveniente del mismo. Este introdujo su contraseña y presionó «continuar».

Cuando acabaron todo el proceso, ____ le arrebató su teléfono al castaño, sacando una foto de los dos juntos. Ambos salieron algo borrosos debido a que lo hizo demasiado rápido.

—¿Qué prefieres, una foto de perfil conmigo o una solo? — le preguntó.

—Contigo. — respondió sin dudar, su amiga rió.

Al rato de seguirse mutuamente, despedirse y irse a sus respectivas habitaciones, ____ agarró una vez más su teléfono antes de dormir. 

"dark_pit te ha enviado solicitud de seguimiento."

Por unos segundos se preguntó cómo la había encontrado, y más, cómo había aprendido a usar Instagram. Luego lo pensó, probablemente Phosphora le enseñó a usarlo y le pasó su cuenta, y Dark Pit la siguió solamente por educación. Eso era lo más posible y congruente que se le ocurrió en el momento.

Fuese como fuese, le daba gusto que lo hubiese hecho, por educación o no.

Sonriendo, aceptó la solicitud.

✓ ICARUSGRAM, dark pit.Kde žijí příběhy. Začni objevovat