El tiempo para conocernos // Inosuke x Lector // Reinos AU

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Al día siguiente no desperté feliz, para nada. Después de aquel waltz me fui directo a mi habitación para pensar en ese baile. La verdad que estaba enfurecido con aquel chico en hacerme sentir inferior a el, y nunca lo había visto o escuchado, ni si quiera se su nombre.

Me estaba comiendo la cabeza de la forma que me miraba con sus ojos esmeraldas y no podia evitar ponerme rojo del enojo, o eso pensaba obviamente. Ni era lindo aquel hombre, no entiendo porque creía que era el mejor en cualquier sentido, me hacía las venas querer explotar

Me levanté de la cama hambriento y con el cabello desordenado como siempre, no me arreglé al bajar ya que iba a la cocina para ver si me topaba con Aoi, era una chica muy agradable para conversar de vez en cuando. Aparte que se comportaba como mi segunda madre siendo más joven que yo

— Oh Shuhei, ya despertaste — La escuché al entrar a la cocina — Preparé unos bocadillos, saca si quieres

Me senté en silencio en aquella mesa tan grande para agarrar el bocadillo de mi gusto, comiendo de forma pensativa y desanimada. Al parecer la chica notó esto, ya que se sentó en frente mío

— ¿Que te pasa? No chillaste cuando probaste la comida. ¿Estas enfermo? — Preguntó preocupada, poniendo una mano en mi frente

— ¿Que? No, no. Sólo... ¿Viste el waltz de anoche? — Ella asintió — Con el... chico que bailaba. No lo conozco. Nunca lo vi en mi vida y aparte que fue SUPER maleducado conmigo. No se que me pasa... aparte que de alguna manera, no quería dejar de bailar con el. Era mi ritmo y el sabía como seguirlo de alguna manera, me aterró —

La chica tenía su típica mirada de ceño fruncido y mirada determinada mientras me escuchaba, asintiendo con mis palabras

— ¿De verdad nunca lo viste antes? — Asentí— Que extraño... para mi se me hace muy familiar... No se de donde proviene, pero se que su familia tiene bastantes riquezas y por algo apareció en la fiesta —

— Tienes razón... ¡P-pero es intimidante! Aparte que cuando bailábamos, se le notaba mucha masa muscular... y que era bastante fuerte —

— Shuhei... suenas muy... sabes que, olvídalo. No pienses mucho más en ello, de seguro el chico nunca más aparecerá — terminé de comer mis bocadillos y la chica se levantó para agarrar los platos y llevarlos al lavadero

— Eso espero...

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Me encontraba dando una caminata por el jardín sin rumbo, admiraba las flores y sacaba algunas que estaban marchitas y las enterraba, era como mi rutina. Debido al incidente de anoche gracias a Aoi y el jardín me lo había quitado de la cabeza, así que podía estar en paz

Volví a echar un ojo a la pequeña cadena de flama de Kyojuro, sonriendo al verla y admirándola. Era majestuosa, tenía tan pequeños detalles que los podía admirar de manera increíble. Era extraña a la vez, ya que me daba calidez con sólo mirarla

Me senté en una banca y saque uno de mis libros que llevaba conmigo, para leer un rato sobre medicinas de flores y diferentes cosas. Ya que podía encontrar de todo en el jardín. Cuando pequeño, había plantado muchas flores y diferentes arboles con mi madre, así que tenemos de todo

Sentí un ruido y enseguida me di la vuelta hacía atrás, solamente para notar que era mi padre. Suspiré y baje la mirada, rencoroso

— ¿Necesitas algo, padre? — Pregunté, serio. Contrastando mi verdadera personalidad

— ¿Puedo tomar asiento? —

— Claro, no hay problema —

Mi padre tomó asiento a mi lado y yo miré al frente, nuestras conversaciones a solas nunca terminaban bien y siempre me aterraba cuando me dirigía la palabra. Así que no podía evitar tratarlo de manera diferente

— Mañana conocerás a la persona con la que vas a casarte. —

Me quede pálido.
¿Como? ¿Cuando? ¿Donde? ¿De donde salió todo esto y porque no sabía?

— ¿M...mañana..? — Respondí sin creerlo y bajando la mirada de la sorpresa, algo impresionado de que mi padre me lo dijera de esta manera

— ¿Acaso no escuchaste? Si. Mañana- —

— ¿¡P-pero como no supe antes!? ¡Es MI prometida! ¡Debería saberlo antes que todos! ¿¡Por que no me diji- —

— Shuhei. —

Su voz seria y al borde me aterró, haciendo que me callara en medio de mi pequeño pánico que me estaba sucediendo. Mire a mi padre después de mucho tiempo pálido y asustado

— No me importa lo que digas, lo conocerás mañana y no quiero escuchar más quejas de tu parte. —

Se levantó de la banca y pude ver su silueta alejarse del jardín. Bajé la cabeza entre mis rodillas temblando un poco, más que nada del susto que mi padre me dio

Espera un momento...

¿"LO" conocerás?