Capítulo 1: La niña del espejo.

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Cuando somos pequeños consideramos a nuestra propia persona como un "otro", un agente extraño, del que estamos totalmente agenos, pero a medida que crecemos empezamos a relacionarnos con nosotros mismos de otra manera..y ahí aparecen los primeros monstruos.

Mi Infancia:

Nunca olvidaré aquella primer vista a mi monstruo, debía medir poco menos de metro y medio, de color pálido, con el cabello largo y ojos tristes.

Estaba en una esquina de mi habitacion, sollozando, de rodillas en el piso, mientras sus garras marcaban las paredes y no dejaba de susurrar.

Lo vi ahí, observando a la nada, cuando de repente se detuvo...y, Despacio, sin llamar la atención, comenzó a buscar algo en su bolso, lo sacó, lo pasó por su piel, y como si fuese algo mágico, dejó de llorar..

Luego se levantó y emitió un tenue quejido, uno con mezcla de dolor, odio, y soledad..
Se sentó, tomó un cuadernillo, en dónde solía escribir, arrancó varias hojas, y garabateo sobre él algunas frases:
"no debiste nacer",
"eres inútil",
"vas a estar siempre sola",
son las que más recuerdo..

Y entonces comprendí, ese monstruo, que era invisible para los demás, no era malo, era un ser incomprendido.
Alguien sin cariño, sin un alma que lo escuche, que lo valore..
Y no sé cómo exactamente, pero, desde ese instante, acepte al monstruo y de vez en cuando aparece, sin que nadie más lo vea..sólo yo, muy muy en lo profundo, cuando estoy frente al espejo.

El MonstruoWhere stories live. Discover now