capítulo 7: un nuevo inicio

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Habremos hecho unas cinco o seis cuadras, y llegamos a una casa pequeña, con unas rejas blancas..
-Es acá -dijo Cicatriz sonriendo falsamente-Vayamos por la puerta del fondo, aunque no creo que haya alguien, es mejor no arriesgar -le señaló a la nena, que abrió el portón y se adentró por un costado del lugar, donde se veía de fondo un viejo árbol-.
Cicatriz la siguió, pasamos por una pequeña cocina, cruzamos un pasillo y finalmente ingresamos a una habitación.

-Bienvenida a mi guarida -murmuró, mientras me soltaba en un sillón y me acercaba un botiquín-.

Se desinfecto las manos, se sentó a mi lado y tomó unas gasas, les echó varias cosas que no llegué a ver y comenzó a limpiarme la herida de la cabeza.

-¡Ouch! -me queje mientras hundía el cuello entre los hombros y veía como la pequeña salía del cuarto-.

-No seas nena, es importante limpiar y desinfectar una herida, más en una zona así -me dijo, mientras seguía tratando de ordenar mi cabello, para llegar a dónde debía con la gasa- sos más floja que mi hermanita, y eso que le llevas como 10 años -agregó, burlonamente-.

-¿La nena es tu hermanita? -me había sacado una duda-.

-Sí.. ¿Qué creiste? ¿Que fui padre a los 12 años? -volvió a tomarme el pelo-.

-No.. -titubie- yo sólo no sabía quién era, y tampoco iba a preguntar..no es asunto mío..ni cosa que me interese tampoco..sólo..me llamó la atención -y observé que Cicatriz me miraba con cara pícara, mientras, asentía con la cabeza, fingiendo escucharme.

-Ajam.. -contestó- listo.. -y mientras me soltaba el cabello, agregó- resultaste curiosa, cosa buena, porque así te distrajiste y ya acabé de atenderte esa herida -y señaló mi cabeza-.
-Hummm.. -no sabía qué decir- Gracias(?.

En ese momento ingresó su hermanita, con un recipiente cargado de agua limpia y unas toallas, colocó las cosas a nuestro lado y volvió a salir..

Cicatriz continuó con el corte de mi espalda, -que por suerte estaba bastante cerca de la cintura, así que no tuve que siquiera correrme la remera-, y con los magullones de mi pierna.
Al terminar, volvió a limpiar sus manos, dejó a un lado el botiquín, y tomó de un cajón una remera.

-Espero no te moleste -dijo y sin más se sacó la que traía puesta, que había quedado cubierta con mi sangre, y se colocó la limpia-.

Yo miré el piso tratando de no enrojecer más de lo que sabía que ya había enrojecido..y cuando volví a mirarlo estaba viendome divertido, con una chomba y un pantalón de gimnasia del Instituto en las manos..

-Te va a ir un poco grande, pero es preferible a la ropa que llevas puesta, ahí tenes agua y algo con qué secarte, yo me voy a ver que hace mi hermana -dijo y salió dejando al borde del sofá la ropa-.

Me lavé un poco, ya que estaba llena de tierra y sangre y tomé la ropa de Cicatriz.
Me la puse, por suerte me calmó el frío..y me relajó el cuerpo..iba a salir a decirle que me iba, pero sorpresivamente la puerta se abrió y él entró  cargando a su hermanita, como hacía poco lo hacía conmigo.

La recosto en una pequeña cama que había casi pegada al sillón y la cubrió con una colcha. Cuando trató de alejarse, la nena se despertó levemente y preguntó si su madre había llegado.

-Todavía no Abril, -contestó Cicatriz, disimulando la mala gana- pero no te preocupes, que estoy yo -la tranquilizó-.

No pude evitar conmoverme por aquella escena.
Pero de repente mi conmoción pasó a tristeza..

El MonstruoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant