Capítulo 24

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Shanex se encontraba en el hospital, delante de la habitación de Arfast, el chico estaba andando de izquierda a derecha sin parar, tratando de decidirse si entrar o no. El héroe tomó aire un par de veces y finalmente agarró el pomo de la puerta, momento en el que se giró. Keja estaba saliendo junto a Arfast, ambas llevaban todas sus posesiones a sus espaldas, lo que indicaba que estaban a punto de irse del pueblo hacia otro destino.

—¿Querías algo? —preguntó Arfast, colocándose delante de Keja, para, como era habitual, ser la intérprete de la heroína.

—Sí, de hecho sí —contestó Shanex, después de ponerse una segunda vez delante de Keja y no sufrir la misma impotencia que la primera vez se armó todavía más de valor—. Quiero que te enfrentes a mí —dijo a continuación, mirando a Keja directamente a los ojos e ignorando a Arfast.

—Espera, espera ¿Cómo que quieres pelear con Keja?¿Tanto ego tienes que piensas que puedes ganarle a la heroína? —preguntó de nuevo la chica, molesta por el comportamiento de Shanex. Arfast le dio un pequeño empujón para separarlo de Keja y que le prestara atención a ella.

—Esto no va contigo, además, yo también soy el héroe —respondió Shanex de forma prepotente, mientras intentaba hacer a un lado a la compañera de la heroína.

—Llevas diciendo eso desde que nos conocemos, pero ni siquiera has demostrado serlo, deja esos delirios de grandeza y apártate de nuestro camino.

—¿Y tú heroína ha demostrado serlo?

La pregunta de Shanex molestó de nuevo a Arfast, la chica inmediatamente pidió a la heroína que se metiera en la habitación y esperara en la habitación mientras ella iba a buscar a un doctor y el equipo para demostrar que Keja era la heroína. A pesar de que la compañera de la heroína le había advertido que no tratara de hablar con Keja mientras ella no estaba presente, Shanex se sentó delante de ella y la miró fijamente.

—¿Por qué nunca hablas? —preguntó el chico, sin ninguna consideración por la heroína.

Keja apartó la vista hacia un lado e ignoró por completo la pregunta del héroe. Shanex se irritó ante el comportamiento de la mujer, y se levantó para acercarse a ella y volver a preguntárselo a la cara, recibiendo el mismo comportamiento.

—¿Acaso eres una niña pequeña? Compórtate como se debe.

—Tú eres el único niño pequeño aquí.

Tanto Shanex como Keja miraron hacia la puerta de la habitación pensando que Arfast había regresado, no obstante, se trataba de Leanorah y Bardisen, los dos compañeros del héroe miraban a su amigo decepcionados por el comportamiento de este. Bardisen se acercó a Shanex y se puso entre él y la heroína.

—Arfast nos ha dicho lo que les has dicho ¿Tan subido tienes el ego que vas a enfrentarte a alguien que hace que peligre tu posición como héroe? —preguntó el guerrero, con un tono serio que provocó que el héroe apartara la vista por la culpa—. Sabes que eres un héroe ¿Por qué te importa tanto ser el único?

—No lo entenderías —contestó Shanex, alejándose de su amigo y Keja para sentarse de nuevo y esperar a que Arfast llegara con el doctor. La chica tardó cinco minutos más en los que los compañeros de Shanex y los dos héroes estuvieron en completo silencio, sabiendo que si alguno de ellos intentaba hablar sobre el asunto volverían a discutir.

—¿Quién va a ser el primero? —preguntó el doctor, sujetando un brazalete para adultos conectado a la máquina para detectar el potencial.

—Ella —respondió inmediatamente Shanex.

—Espera ¿Por qué tiene que hacerlo Keja primero? Para nosotras tú eres el que dice ser el héroe sin ninguna prueba —se quejó Arfast, deteniendo al doctor.

El Protector de MaranWhere stories live. Discover now