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Jimin tomó una inhalación, decidido, viendo hacia la puerta y ajustando la correa de su bandolera por el pecho, donde tenía todas las herramientas para entrar al campo de guerra en la sala y, después, cruzar y vencer el nivel mayor de guerra: ir hacia el hospital si o si, porque ¡hoy era el día!

Miró los corazones y el pollito de bolígrafo sobre el día en su calendario, emocionado, demasiado entusiasmado.

¡Vamos! alzó los puños en alto―. ¡Tú puedes, Jimin!

Estaba con los nervios de punta por ir al hospital, ya que no recibió ninguna noticia sobre sus análisis. Era ahora o nunca, realizaría este plan sin que se diera cuenta Taehyung.

Abrió cautelosamente la puerta, sintiendo las tinieblas entrar cómo si el pasillo se hiciera cada vez más profundo y lejano, cuanto más lo mirará.

Jimin tragó saliva.

Será más arriesgado de lo que pensé murmuró Jimin, temeroso.

A causa de que toda la semana todos, menos mi querido Taehyung, le han estado preguntando cosas tan estúpidas que, no sabe si ya se volvieron locos todos porque cocinó mal el pollo frito que se le cayó al suelo por accidente o porque esta vez se le olvido pagar la luz.

¡Eso no es la peor parte! Hoseok lo vigilaba con cara de diarrea, no dejaba que hiciera ningún movimiento como si fuera a robarle la tostadora, de nuevo. Puff, ya la había empacado en el maletín de Taehyung, ja.

Aun así, Hoseok trataría de saber a dónde iba y tenía que ir al hospital, sin que nadie se enterará.

Caminó de puntillas en el pasillo, vigilando sus costados y continuó hasta detenerse abrupto, a centímetros de entrar a la sala.

Rayos, ¡están todos ahí reunidos para atacarme! ¡Estoy seguro!

Oye, y ¿las galletas? dijo Jungkook rascándose el pie.

No te diré dónde están ―dijo Jin, de brazos cruzados y hombros encogidos, postura que era claramente denotaba su mal humor.

Nagh ―se quejó Jungkook, aburrido, moviendo la cabeza en berrinche hasta que, se le prendió el foco. Entonces... ¡¿las galletas con queso?!

Jin se giró un segundo a mirarlo, frunciendo las cejas ante la cara de espera de Jungkook. Jin suspiró sobre el sillón.

A lado de las tazas. Trágate más de dos paquetes y te escondo los cables de tu Nintendo ―murmuró con severidad Jin.

Jungkook festejó, contentó, corriendo hacia la cocina.

Jin. Amor. Cariño ―susurró Namjoon y Jin se giró con mal humor.

―¿Y qué quieres tú? ―entrecerró los ojos Jin.

Namjoon se intimidó sobre su lugar, encogiendo los hombros como tortuga, tragando duro al ver su esposo. Jimin se río, tapando su boca.

―Creo que tendremos ―sacó de sus manos unos cables rotos, sonrió nervioso Namjoon― que comprarles una nueva televisión.

Uh, Hoseok sin duda se enojaría si alguien le dice, pensó Jimin con travesura.

Los ojos de Jin se engrandecieron de terror por las recurrentes accidentes que siempre involucraban a Namjoon.

―¡NAM! ―lo regañó, saltando del sillón a revisar.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2023 ⏰

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¡ᴊɪᴍɪɴ ϙᴜɪᴇʀᴇ ᴜɴ ʙᴇʙé! © 𝙫𝙢𝙞𝙣 𝙢𝙥𝙧𝙚𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora