Una nueva razón para vivir

Salvada por un extraño

Habían pasado cuatro años desde qué había sido desheredada y sacada de la familia Hyuga, se había cambiado de casa varias veces, y de empleo muchas más, hoy en día había terminado su carrera de enfermería, pero no lo ejercía puesto qué en varios hospitales le habían negado el trabajo gracias a su medía hermana. Aún así trabajaba de mesera en un reconocido restaurant, vivía en un complejo bastante sencillo cerca de su mejor amiga, a la cuál había conocido tres años atrás cuando no tenía ni donde caerse muerta, ella la había ayudado, la llevó a vivir con ella y le consiguió el trabajo qué ahora tiene, le había contado toda su historia y la apoyó en todo, por eso Temari al estar en su turno en el restaurant y al ver el nombre de la reservación que había esa noche, no sabía si decirle o no a Hinata, ella le decía qué ya no lo amaba, qué ya lo había superado, pero enterarse de la cena de compromiso de su ex y su media hermana harían resurgir esos sentimientos qué había enterrado. Ella sabía qué al mirarlos de frente sería una gran conmoción y no quería verla de nuevo sufrir.

Más tarde...

Todo parecía marchar bien, ya casi terminaba su turno, pero por alguna extraña razón estaba demasiado anciosa, fue entonces hasta ese momento, en el qué la puerta se escuchó abrir y entraron las dos personas que menos quería ver en su vida. Sentía qué la vida estaba en contra de ella, después de todo siempre ha estado sufriendo en la misma, primero la muerte de su madre, los desprecios de su padre, el odio de su medía hermana, el engaño de Naruto, y un sin fin de cosas más. Y hoy al verlos ahí, era demasiado. Sentía qué sus piernas fallarían en cualquier momento y no fue hasta qué escuchó la voz de Hanabi cerca de ella que sintió su cuerpo tensarse

_Hina?!, Hinata realmente eres tú! Dios mío hermana!! No sabes cuántos años te hemos estado buscando

Hinata no estaba escuchando sus palabras, ella solamente quería huir de ahí, sentía que el aire le faltaba pero entonces...

_No me vengas esas cosas a estas alturas, yo ya no pertenezco a la familia Hyuga, tú padre lo dejó claro - dijo ella tranquila por fuera, mientras se tragaba todo el dolor por dentro

_Hinata!! Pero que dices?? Padre te ha estado buscando, desde ese día desapareciste, aún me tienes por lo qué pasó en tú cumpleaños?? - dijo fingiendo tristeza _Además... Es bueno encontrarte, padre te fue a buscar a tú antiguo departamento para darte la invitación a nuestra boda, necesitare me des tú bendición hermana, saber que has olvidado el pasado y así podremos ser felices en nuestro matrimonio, además padre quiere qué vallas

Hinata por otro lado al escucharla no pudo evitar sentir por primera vez odio hacía su pequeña media hermana, apretó levemente sus puños y suspiró

_Sabes bien, que eso no fue un malentendido, desaparecer!? Te recuerdo qué tú padre fue quien me echó y corrió de la casa sin importarle nada, ahora no vengan a decirme que me han estado buscando y no necesitas mi bendición para casarte mucho menos necesito estar ahí

La ojiperla tenía rastros de las lágrimas que amenazaban con salir, pero ella no les daría el gusto, no otra vez, eran su única familia, pero jamás tuvo el apoyo de ellos

Por otro lado la castaña no podía creer lo qué escuchaba de la azabache, pensó qué sería la misma sumisa y tonta llorona de antes pero se había equivocado, pero no se quedaría con las ganas de humillarla así qué la miró de pies a cabeza, estaba descuidada, había bajado mucho de peso, vestía ropas simples y...

_Hina! Acaso veniste a comer aquí así vestida - dijo señalando la de pies a cabeza _Oh espera... Trabajas aquí en verdad - diría tratando de aguantar la risa

Hinata sabía qué no tenía nada de que avergonzarse, pero sintió coraje al escucharla, quería que la tierra se la tragara y la escupiera al otro lado del mundo, pero eso no era posible, toda la gente se les quedaba mirando y empezaban a cichichear cosas qué no alcanzaba a oír, se estaba armando de valor para responderle cuando...