5

15 1 0
                                    

–¡Uy condesa Jade!, que gusto hablar contigo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

–¡Uy condesa Jade!, que gusto hablar contigo.

Dijo una amiga de aquella rubia.
Estaban pasando el rato en aquel jardín que tenía aquella condesa, su padre se había ido de viaje a América, en donde las cosas funcionaban. No iba a volver de muchos meses y a Jade le alegraba ese tema.
Podía invitar a sus amigas cuando quisiera, y se podía dormir cuando quedria, pero lo más satisfactorio es que podía ir al palacio de Francis para así pasar el rato con él y conversar con su suegro. Con solo pensarlo se le dibujaba una sonrisa en su rostro.
Sin duda alguna esto iba de maravilla.

–¿En que tanto piensas amiga?.

Jade se distrajo un momento para así verla.

–¡Oh!, solo son mis cosas. –Dijo sin importancia alguna–.

–Vamos Jade, no nos mientas, te conocemos desde niñas Alba,Cloe y yo. –Sonrio– Cuentanos anda –Sonrió con picardía–.

La condesa solo se limitó a sonreír. Odiaba con todas sus fuerzas a sus amigas. Ellas no eran para siempre, eran unas cualquieras que solamente esparcian rumores.
Era cierto que la conocían desde niña porque no tenía amigos, aún que eso no significaba que le podían apuñalar por detrás.
Sus ojos grises miraron discretamente el vestido suyo, y para poner alguna excusa; tiro por accidente su café ahí.
Provocando que se levantase de un susto tirando aquella taza al suelo de cemento.

–¡Ay dios mío! ¿Jade estás bien?. –Preguntó Cloe preocupada—.

–Si si –Dijo intentando calmarse– No pasa nada, solo fue...un despiste.  Si me permitís, me iré a cambiar.

–Tranquila querida, nosotras esperamos –Consoló Alba para que ella pudiera irse–.

Luego de alejarse de su grupo su cara simpática se borró mostrando rechazo y asquedad por sus amigas.
Vio a una sirvienta y fue directa a ella para susurrarla sin que Cloe, Alba ni su otra amiga la mirasen que estaba cuchicheando/susurrando.

–{Quiero que me des otro vestido, mientras me cambie diles a esas que se vayan porque me di una ducha. Y tardaré más.}

–Pero...mi señora, eso seria...

–{¿Quién acata las órdenes: Tú o yo?} –Preguntó amenazante susurrando–.

La chica tembló levemente, para agachar su cabeza mientras que hacía una leve reverencia: Us...usted condesa Jade.

–Bien. –Contesto cortante para retirarse de ahí junto con su sirvienta–.

Fueron por los pasillos de aquel sitio, todo estaba resplandeciente, de alguna forma había algunos sirvientes que trabajan sin cesar. Mientras que la de ojos grises caminaba con tranquilidad pero con prisas seguida por la chica estos miraban a otro lado para que ella no los diera el sermón de la mañana.
Ya luego de estar por aquel pasillo, abrió la puerta para dejar pasar a otra sirvienta mientras que la otra, iba al cuarto de baño,ncendía la luz, y el baño con el agua tibia.

𝗟𝗼𝘃𝗲 𝗦𝘁𝗼𝗿𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora