3. Granate

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"Y con esto estoy de vuelta en estudio Lucy, muchas gracias."

"Gracias por esa nota Santiago, estoy segura que al público le interesará visitar los parques recreativos. En otras noticias un poco más serias, un gran cargamento de cocaína ha sido localizado y retenido por las fuerzas especiales de la policía costera en Sicilia. Aún no hemos sido informados de las toneladas exactas pero por las imágenes compartidas por la policía, podemos deducir que afortunadamente las calles de nuestro amado país estarán limpias de está sustancia tan nociva..."

Johnny inhaló profundamente, intentando contener sus pensamientos que a tan temprana hora querían correr desquiciados mientras colocaba de vuelta en la mesa la taza de café recién hervido. Era inaudito que ni siquiera pudiera desayunar en calma lo que nana Marie cocinaba porque su maldita carga de cocaína había sido detenida y él tuvo que enterarse por la aún más maldita televisión.

Decidió que, si el mal ya estaba hecho, podía tomar su desayuno como cualquier persona normal lo haría y solo entonces, podría saturarse el día con aquella ira descontrolada que amenazaba con expandirse dentro de él, así como tener que reunirse con su madre y por último pero no menos importante, saber por qué y quién fue el ingenuo bocazas que habló sobre aquel cargamento.

Estiró su otra mano para tomar el control remoto de la pantalla plana y comenzó a cambiar los canales, lo que fuese para dejar de escuchar a los estúpidos conductores de noticias hablar sobre negocios de los que no tenían ni la más remota idea. Un partido de básquetbol fue lo que encontró interesante en cambio.

Continuó desayunando en el cómodo e eterno silencio que siempre lo acompañaba a todos lados, sintiendo la tensión nerviosa emanar casi como bruma de vapor de los cuerpos custodiando de pie desde las puertas y ventanas, todos los hombres en esa habitación sintiendo de igual manera la calma explosiva que irradiaba Johnny desde la cabeza de la larga mesa de cedro. Se permitió sonreír para sus adentros, disfrutando que aún sin decir una sola palabra, sin realizar una simple acción, pudiese infundir miedo y respeto entre sus filas. Justo como tenía que ser.

Supo que su poca paz mental y aquellos minutos de mantener la cabeza en blanco se acabaron cuando al comedor ingresó Jaehyun, correctamente vestido junto con aquellos estrafalarios accesorios de cargo que tanto le gustaba portar pero, discordante a todo, luciendo totalmente alarmado y apresurado, su cabello alborotado y la mirada impaciente.

—Johnny- —Comenzó tan pronto había dado un paso en su dirección. El nombrado tan solo levantó el dedo índice, pidiendo un momento.

Johnny terminó de beber el café caliente de aquella pequeña taza blanca de porcelana para colocarla correctamente en su lugar, dándose un segundo más para exhalar tendido y entregarse por completo a su nueva misión.

—Lo sé. Acabo de verlo en las noticias. —Respondió únicamente, doblando de nuevo la servilleta que estaba en su regazo y colocándola junto al plato medianamente vacío. —Algo que me resulta de lo más gracioso, Jae.

Pero ambos sabían que ese asunto no era cómico en lo absoluto, el sarcasmo pintando sus palabras lo comprobaba, Jaehyun simplemente se rindió de su encomienda sobre avisarle a Johnny el gran problema que existía, acostumbrado a tener que esperar los movimientos del pelinegro puesto que en realidad nunca sabía que esperar de él.

Johnny se puso de pie, automáticamente todos los hombres que hacían guardia se tensaron, colocando toda su atención en su jefe, todos menos Jaehyun, él podía sentirse exento de aquel poder ridículo que su amigo imponía sobre la cabeza de todos.

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⏰ Last updated: Dec 27, 2022 ⏰

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Il gemma del castello. JohndoWhere stories live. Discover now