Russian Girl (Billy Hargrove) #1

Parte 1. La maldición rusa

El día de ayer a las 10 de la noche se encontró el cuerpo de Brend Cooper en medio de la carretera principal en Hawkins, Indiana, todo parece apuntar a Alice Cooper, esposa de Brend Cooper. Los vecinos testificaron en contra de la mujer, la cual presuntamente le disparó a su esposo con una escopeta y subió el cuerpo a su automóvil para después dejarlo en la carretera, las autoridades siguen investigando sobre lo que sucedió; si llegan a ver a Alice Cooper, les pedimos que le marquen a las autoridades correspondientes.

Los Wheleer parecían estar impactados por la noticia, conocían a Alice Cooper y podrían jugar que ella no era capaz de matar a su esposo, al menos eso lo tenía claro Karen Wheeler, quien se había vuelto amiga íntima de Alice; por otra parte, Ted Wheeler parecía refugiarse en la frase "nunca se sabe con quién te estas relacionando, la gente siempre te sorprende", y lo que más le preocupaba es que la fugitiva viniera a su casa. Todo Hawkins sabía que Alice no era del todo una estadounidense, y eso sería razón suficiente para que culparan a cualquier persona que se relacionara con ella, como un conspirador ruso.

Karen había sido la primera que trató de ser amigable con Alice, logrando esa conexión tan especial, digamos que terminaron siendo las amigas que se reunían cada fin de semana en el restaurante más cercano para hablar de cómo les había ido en el prescolar a Nancy y Alinka, hablar de lo que les desesperaba de sus esposos y lo que se decía en Hawkins sobre cualquier persona que hiciera algo anormal; Karen iba a extrañar a su gran amiga Alice, y por más que quisiera limpiar su nombre, ahora tenía en una familia en quien pensar.

Hawkins, Indiana, 1984 (A dos semanas de entrar a clases)

Varias personas habían salido de sus casas para saber quiénes eran los nuevos vecinos; una joven de no más de 18 años, cabello rubio, rizado y algo desordenado; blusa roja; chaqueta y pantalones pegados de cuero negro; había salido de un lindo Pontiac GTO de color rojo mientras les indicaba a los de las mudanzas a donde dejar las cosas pesadas, su estilo era muy diferente al de sus vecinos, los cuales aún estaban buscando a los padres de la chica.

- ¿Qué sucede? – pregunta Karen Wheeler a la señora Darling, una mujer de cabello grisáceo, piel blanca y astutos ojos cafés, siempre vistiendo muy formal –

- Hay vecinos nuevos, o vecina – Darling aún tenía la mirada fija en la puerta, viendo como entraba y salía la chica de la casa – lo raro es que parece que los padres de la chica no están.

- Tal vez vengan más tarde, o se independizó de sus padres - responde Wheeler, usualmente no le gustaba juzgar a un libro por su portada –

- Karen, ¿Quién siendo tan joven tienen tanto dinero para comprar una casa?, es muy raro – la señora Darling se aproximó hacia la joven, decidida a saber el porqué de su llegada; junto a Karen Wheeler detrás de ella, lista para meterse a la conversación en el caso de que la situación se tornara incomoda – Hola linda – la chica se dio la vuelta para saber quién le hablaba – quiero darte la bienvenida a Hawkins, soy Bianca Darling, vivo en la casa de enfrente, me sorprende un poco que eligieras vivir en esta casa.

- Mucho gusto señora Darling, ¿por qué le sorprende que me mude a esta casa?, parece ser inofensiva, no le veo dientes – Karen evitó sacar una risa ante la mirada severa de Bianca –

- ¡Ay querida!, eres muy graciosa – Darling finge una risa para cubrir el pequeño ridículo que había hecho – no soy nadie para decirte esto, pero un hombre murió aquí – vio la cara de sorpresa de la chica – lo mató su mujer, y dicen que cada vez que alguien pasa o se quiere mudar, su fantasma los atormenta o les hace daño, por eso nadie quiere pasar por ahí.

- ¡Oh, señora Darling!, gracias por decírmelo, mi padre debió haber espantado a todos los que quieren mudarse porque me ha estado esperando varios años, algo comprensible ya que la última vez que me vio era cuando todavía era una niña – Darling parecía confundida y sorprendida ante aquella confesión, ahora se sentía mucho más avergonzada – no se si me recuerde señora Darling, soy Alinka Cooper.

- Alinka, querida, lo siento tanto, no quería insultar la memoria de tu padre – trataba de arreglar su error, pero ya era demasiado tarde –

- Si no era su intención, le recomiendo que no lo vuelva a hacer, ahora, si me lo permite, entrare en mi casa.

Alinka dio la media vuelta, tomó una caja de su automóvil y caminó a su casa, con un movimiento de caderas hipnotizante tanto para los hombres, como para algunas mujeres, Cooper parecía ser el tipo de vecina que ayudaría a despertar sentimientos encontrados entre personas de su mismo sexo, al menos físicamente, y eso le preocupaba a las madres conservadoras de Hawkins. La llegada de la rubia le daría un toque de frescura al vecindario lleno de familias nucleares perfectas, sería mucho decir que el pueblo se pondría de cabeza con su llegada, pero si empezarían a cambiar algunas cosas.

Pero no era la única nueva en el vecindario, la familia Hargrove–Mayfield no se había mudado hace mucho y apenas se estaban adaptando a su nuevo entorno, sobre todo Billy, quien decía que el pueblo apestaba a basurero, aun así una parte del esperaba encontrarse algo o alguien con quien divertirse, tal como lo hacía antes.