Russian Girl (Billy Hargrove) #1

Capitulo 1. Nueva en Hawkins

Hawkins se había vuelto el lugar predilecto para cualquiera que quisiera al menos intentar tener una vida normal, la viva representación del sueño americano, donde habitaban las familias perfectas, con vidas aparentemente igual de perfectas; era un pueblo con un historial prácticamente limpio, solo habían algunas pequeñas manchas en él, desde algo no tan grave como algunos casos de robo de autos —generalmente lo más común—, hasta lo más grave que había pasado, tal como la muerte de Brend Cooper, la desaparición de Barbara y la desaparición y reaparición de Will Byer, eventos insignificantes a comparación de los pueblos de otros estados dentro del país.

Pero el regreso de los Cooper, o en este caso, de Alinka Cooper, ponía de nervios a las mamás de Hawkins, sentían una gran aversión hacia todo aquello que tuviera que ver con Alice Cooper, eso incluía a su hija; sonaría muy dramático decir que todas las madres de Hawkins le habían prohibido a sus hijos e hijas relacionarse con la rubia, pero no era más que la realidad, nadie quería nada que ver con la menor de los Coopers, la veían como la infortunada víctima de una maldición, la maldición Rusa, dicho de otra manera, todas las familias Rusas dentro de Estados Unidos, parecían tener siempre mala suerte, aunque los mismos estadounidenses eran los culpables de que no tuvieran oportunidad en el país de la "libertad".

Karen Wheeler era la única que pensaba acercarse de forma amistosa a Alinka, quería saber que había sucedido con Alice, su sed de curiosidad era alimentada cada vez que miraba a la rubia en el supermercado, quería acercarse a ella, pero sería muy raro presentarse como la amiga de su madre fugitiva; fue hasta que se animó a acercarse a ella, tenía los nervios a flor de piel.

- Hola – habló Karen mientras mostraba su tan común sonrisa radiante – ¿Te acuerdas de mí, Alinka?, soy Karen Wheeler, mamá de Nancy, antes tu y ella eran muy buenas amigas.

- Claro que me acuerdo de usted señora Wheeler – sonrío Alinka, Karen no pudo evitar pensar en Alice cuando la rubia le dedicó una sonrisa, eran idénticas – también me acuerdo de Nancy, por cierto, ¿Cómo se encuentra Nancy?, no he tenido la oportunidad de verla.

- Ella está muy bien, estudiando y teniendo muy buenas notas, supongo que la llegaras a ver cuándo entres a la escuela, creo que se emocionará cuando te mire de nuevo, aun me acuerdo que después de que tu mamá y tú se fueron, Nancy siempre me preguntaba cuando la dejaría ir a tu casa – la sonrisa de Karen se tornó en una más melancólica – fue difícil decirle que se habían ido.

- Bueno – habló Alinka antes de que la situación se sintiera más incomoda – ahora estoy aquí, haciendo las compras en mi pueblo natal – metió un par de cajas de wafles dentro de la canasta de compras – aunque aún sigo preguntándome que tan saludables son las cosas que estoy tomando – la señora Wheeler suelta una pequeña risa y su sonrisa vuelve a ser radiante –

- Estaba pensando, en hacer una cena de bienvenida para ti, si es que no tienes nada más que hacer – le propuso Karen, si algo había heredado Nancy, era la determinación para lograr su cometido – siempre te he visto sola en la casa, así puedes librarte de pensar que hacerte de comer para hoy.

- Es muy amable señora Wheeler, creo que aceptare su invitación, me acaba de salvar de una sobre ingesta de wafles – ambas rieron, atrayendo la atención de los que estaban cerca –

Después de todo, las cosas no habían salido tan mal como había pensado Karen; por otro lado, esta era la oportunidad perfecta de Alinka para adentrarse a la vida en los suburbios, a pesar de siempre parecer estar totalmente relajada, solo ella sabía lo nerviosa que se encontraba, sabía que en algún momento le preguntarían sobre su madre, y ella no sabía que decir, tampoco ella tenía claro de que había pasado con ella, lo único que sabía es que estaba viva y se seguía preocupando por ella, cada tanto recibía dinero por parte de su madre.