Treinta y cinco

24.9K 1.7K 4.7K
                                    

Dedicado a:
Dysthe_fratharryminoviecitoTooyoung_eroda28sweet-milanlunaaloves1d
Gracias por leer, bebés. ♥︎

⚠️ Advertencia de contenido sexual ⚠️

Louis no era un aprovechado, pero usó la buena amistad que tenía con el guardia del club, para entrar sin formarse en la enorme hilera de personas que esperaba poder ingresar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Louis no era un aprovechado, pero usó la buena amistad que tenía con el guardia del club, para entrar sin formarse en la enorme hilera de personas que esperaba poder ingresar.

Eran las once de la noche y aunque quedó de ver a Harry afuera del bar, decidió visitar el local y a sus amigos también; llevaba varias semanas sin estar ahí, y para ser honesto, por varios días creyó que nunca más volvería a asistir.

Se sentó en un banco cerca de la barra, justo en la esquina y tamborileó los dedos en la madera barnizada mientras veía al rizado trabajar como loco.

Zayn no estaba en el área de servicio, supuso que seguramente estaría encargándose de la música, mientras Liam lavaba a velocidad de la luz los vasos y tarros sucios. Ya no tenían donde servir más bebidas.

Esperó con tranquilidad a que Harry notara su presencia, escaneando sus movimientos. Sin querer, se encontró sonriendo como un imbécil, maravillado con la destreza que su compañero desarrolló al atender cada uno de los pedidos.

Se pasó los dedos por la barbilla, jugando con su vello facial, sin borrar esa especie de sonrisa presuntuosa de su rostro.

Fue ahí, cuando el menor sintió una mirada insistente que lo hizo voltear a la orilla del mostrador, encontrándose con aquel chico que le observaba desafiante.

Realizó un gesto para no sonreír embelesado, su abdomen se contrajo por las características y ya no tan impertinentes, mariposas. A las malvadas se les ocurrió la brillante idea de revolotear en cuanto notaron la presencia de aquel individuo.

Normal, ellas sabían quién era el único podía avivarlas.

Harry no contó los segundos que le llevó transportarse hasta Louis, secándose las manos con su delantal, antes de colocarlas en la barra, echando su pecho hacia adelante. El castaño le miró con los párpados caídos y tuvo la osadía de aventar con el dedo índice, el rizo revoltoso que se escapó de su bandana.

La cercanía era interesante pero apropiada.

—Buenas noches, ¿en qué puedo ayudarle? —El rizado tomó el papel del bartender educado.

—Tú podrías ayudarme en gran cantidad de cosas —Y Louis prefirió actuar como el cliente seductor—. Por el momento, me gustaría una cerveza, estoy esperando a alguien.

Club Bengala 🍻 || larry stylinsonWhere stories live. Discover now