mini Robin's

desayuno fuera de casa.

-¿seguro que esto está bien papá?- preguntó el mayor de los niños sentado en el asiento de copiloto con su padre a su lado conduciendo de manera tranquila.

-descuida Dick... Todo ya está arreglado y estaremos bien en todo momento allí- dijo feliz mientras estacionaba como un simple conductor frente a un centro comercial.

-supongo que nos reconocerán en este lugar- dijo el pequeño Tim mientras veía a varias personas pasar hablando en un idioma raro a su parecer.

El plan era sencillo, estaban en un pequeño viaje de vacaciones hacia una ciudad poco conocida de un país en Rusia mientras su padre estaba en una reunión importante a lo cual aprovecharon para pasar desapercibidos como una familia normal.
Cada quien por el frío llevaba ropa de invierno y sonreían listos para bajar y disfrutar de su único día en ese lugar ya que volvería esa misma noche a su hogar.

Dick llevaba una chaqueta de invierno negra con un conjunto de guantes bufanda y gorro azul para ocultar su parche en su frente por el incidente de días atrás.
Jason una chaqueta negra con un murciélago en su pecho y un gorro rojo intenso para no ser perdido de vista por el mayor.
Tim traía un abrigo largo rojo claro junto a unas botas amarillas aprueba de lluvia, guantes rayados amarillo con negro y orejeras de los mismo colores.
Damián llevaba un traje de cuerpo entero de color verde junto a aguantes negros con gorro y bufanda del mismo color además de una manta para cuidarlo del frío por si fuera el caso.

-no lo harán... Descuiden y traten de relajarse hoy trataremos de olvidar ese mal rato- dijo soltando el cinturón de seguridad para ir atrás donde sus pequeños tomaron sus manos enguantadas para bajar uno por uno y al final el bebé de su silla.
El adulto traía un abrigo de invierno gris largo y una bufanda roja para cubrir su rostro y no ser tan reconocido además de lentes de contacto y su cabello más desordenado sin contar los lentes en su bolsillo por si acaso.

-bien ya que mi reunión fue temprano y salimos algo tarde... ¿Que quieren desayunar?- preguntó divertido acomodando a su hijo más pequeño en su pecho entre su abrigo y el para darle calor en la cangurera con Tim en sus hombros y cada niño tomando sus manos mientras traía un bolso con todo para sus niños además de lo que ellos normalmente llevaba en sus salidas.

-¡wafles!- dieron coro los pequeños por lo cual río al saber la razón mientras entraban Alfred podía ser un prodigio en la cocina pero el único platillo que le daba pelea era ese desayuno tan típico por lo cual siempre que lograba prepararlo nadie tenía el valor para decirle la verdad.
Sin dudas sus niños nunca le dirían ese secreto a su abuelo para no lastimarlo y el tampoco lo intentaría.

Con calma y tranquilidad llegaron a un restorán donde esperaron a ser atendidos sentándose en una mesa con constantes miradas de varias personas sobre ellos.
El adulto colocó al bebé en una silla especial cuando vio llegar a uno de los trabajadores del lugar.

-buen día, bienvenidos a nuestro restorán... ¿Que se le ofrece el día de hoy?- preguntó la mesera con algo de interés en el padre de los niños en su idioma.

-buen día, me da cuatro versiones infantiles del desayuno de hoy, cuatro porsiones de fruta picada y cuatro vasos de leche tibia para los niños- dijo mientras escribía la muchacha.
-para mi un pedazo de pastel de chocolate y una taza de café negro sin azúcar cargado- finalizó su pedido en su legua por cortesía mientras los niños dejaban su atención a otras partes al no entender muy bien con excepción de los dos mayores que entendía ligeramente, mientras la chica le miraba más de la cuenta.

-¿eso nada más guapetón?- preguntó coqueta
-¿seguro que no quiere otro cosa?- tomo el borde de su uniforme de trabajo en la zona del pecho dejando ver su escote.
lo cual el mayor no tomo como de costumbre lo haría siendo Bruce Wayne.

-porfavor no me llame de esa manera- dijo con el seño algo fruncido ¿Que acaso no veía que venía con niños?

-te dejare mi número por si acaso guapetón- ignoro su respuesta mientras sonreía intentado llamar su atención mientras sacudía su cabello castaño largo.

-mi papá dijo que no le llame así- dijo algo incómodo el mayor de los niños que veía la interacción con cuidado de no trabarse en sus palabras.

-¿Papa?... ¿No son sus hermanos menores?- preguntó casi pálida al ver como los demás pequeños se le quedaban mirando fijamente.

-¿que le hace pensar ello...?- preguntó directo mientras algunos de su alrededor se quedaban viéndolos.

-es que pensé que eran hermanos por lo parecido... Y que sus padres los dejaron con usted, ya que quien tendría tantos niños y solo...- dijo dándose cuenta de que había metido la pata cuando los ojos del mayor se cerraron mientras respiraba con algo de enojo.

-ellos son mis hijos... Soy su padre, soltero y tengo más de cuarenta años, además...
Soy huérfano, salí con ellos hoy para pasar un día agradable fuera del trabajo y no lo estás asiendo más fácil con sus comentarios jovencita- dijo tratando de controlar su temperamento.
No quería armar una escena, menos con los niños sin su desayuno aún.

-d,discúlpeme... Enseguida traigo su pedido- dijo muy pálida al verlo con cuatro niños saliendo a toda prisa avergonzada por ello.

-ufff...- resopló desviando la mirada hacia la ventana mirando por el reflejo cuando la gente dejara de mirarlos.

-perra- escuchó a su niño de mechón banco maldecir muestras su hijo mayor le tiraba de una oreja por ello.

-lenguaje- dijeron casi al mismo tiempo los dos mayores haciendo reír al pequeño Tim junto a Damián calmado el ambiente rápidamente haciendo reír a todos iniciando una conversación.

Unos minutitos después apareció un muchacho un poco más joven que la camarera anterior con su pedido en manos sirviendo con cuidado siendo ayudado al ser inexperto al parecer.

-disculpe la molestia de mi compañera... Nosotros no solemos ser así y siento los inconvenientes que le allá causado- se apresuró a decir mientras daba una ligera reverencia para pedir disculpas.

-descuida no fue algo tan terrible... Pero yo no pedí esto- dijo algo confundido al ver un plato con unos pastelitos.

-es un regalo de la casa como disculpas de mi parte... Se que mi compañera es orgullosa y no pedirá disculpas a la cara.
Enserio siento mucho su mala experiencia aquí- dijo realmente decaído.

-descuida todo está bien...
¿Es tu primer día?- preguntó el pequeño de los hermanos menores alo cual el joven asintió.

-te irá muy bien si eres así de considerado... Ten uno de estos, supongo que debe ser difícil tenerla de compañera- dijo el adulto ofreciéndole uno de los pastelitos.

-ho gracias... Enserio siento mucho esto no sucederá denuevo- dijo tomando con gusto y algo de pena el dulce saliendo luego de una reverencia ligera desapareciendo entre los demás que estaban entrando al restorán.

-es agradable- dijo el niño mayor por el muchacho.

-le dejaré una buena propina- dijo sonriendo mientras sentaba bien al pequeño Damián empezando a ayudarle a comer mientras sus hijos hablaban de muchas más cosas entre ellos mientras se divertía por las mejilla infladas del menor al comer como si de una ardilla se tratara.