9: Hipoclorito y Vinagre

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La realidad que se me viene a la mente despues de lo que Murcia me dice es maravillosa, podre ir a donde quiera sin necesidad de pensar en que me puedan perseguir por todos lados

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La realidad que se me viene a la mente despues de lo que Murcia me dice es maravillosa, podre ir a donde quiera sin necesidad de pensar en que me puedan perseguir por todos lados.

-Asombroso ya no me eres util - arrojo el cuchillo al pecho de su madre y la señora cae boca abajo al instante, Murcia suelta un grito de asombro y tristeza que estremse a cualquiera

-¡Mamá! - chilla y se tira al lado del cuerpo dolorida.

No permito que llore mucho a su madre cuando la tomo del cabello obligandola a mirarme y puedo ver la furia en sus facciones.

-Oh no querida perra no vas a morir tan rapido, mereces años de tortura pero como soy alguien bondadosa voy a prolongarla solo unas horas - la arrastro hasta la cocina y la obligo a subirse a una silla

-Dejame en paz - murmura con voz rasposa

-No.

Busco por toda la cocina los productos de limpieza bajo la atenta mirada de Tim y Murcia, la verdad aun no entiendo porque sigue aqui este no es su asunto tampoco se ve con animos de ayudar en la labor.

¡Aqui estas!

Tomo la botella de hipoclorito que hay bajo la mesada del lavabo y la pongo sobre la mesa sonriendo

-Es hora de tu medicina querida, esta sabe a fresa - abro la botella

-Si quieres tener una reaccion fulminante mezclalo con vinagre - aconseja por primera vez Tim

Hago caso a lo que dice y mezclo el vinagre que me pasa en la botella, le hago una seña con la cabeza para que sostenga a la inquiera Murcia mientras yo sacudo la botella con ambos liquidos y se la vierto entera en la boca cuando la soltamos empieza a roser de forma desesperada pero es muy tarde cuando se da cuenta de que su sistema ya ha sido invadido por mi veneno casero.

Puedo ver como poco a poco pirde aire y su rostro pierde vida asi que me tomo el atrevimiento de darle puñetazo tras puñetazo como si fuera un saco de golpes, sintiendo su sangre correr por mis nudillos y su cuerpo cada vez mas inerte la dejo agonizar como yo he agonizado durante años cuando le pedia "por favor" y le rogaba no volver a la jaula.

Cuando ya no hay pulso en su cuerpo puedo respirar por primera vez con felicidad, le he quitado una escoria al mundo.

¡Aleluya!

-¿Satisfecha?

-Bastante y tu ¿Estas satisfecho?

-No, ¿Conoces alguna otra forma de satisfacerme? - pregunta con chuleria

Ruedo los ojos y decido ccambiar de tema

-Toca esconder los cuerpos - digo tras un suspiro -Nadie va a extrañarlas.

-Me sorprende como no puedes ni lidear con seguir una simple orden - niega con la cabeza

Igualmente no se niega a ayudarme llevando los cuerpos al sotano y limpiando un poco para que encontrarlas no sea tan facil como a Samuel.

EL CASO: RAVENA SOUX Donde viven las historias. Descúbrelo ahora