- Nena, échate crema solar que te vas a quemar - me dice Pedri señalando el bote de crema solar.
Estamos de vacaciones en Lagos, una localicad del Algarve, situada en la región sur de Portugal. Elegimos las vacaciones a sorteo, metimos 12 destinos en el que estaban: Ibiza, Formentera, Punta Cana, Camboya, Marruecos, Sainz tropez, Isla de Capri, Cuba, Florida, Grecia, Malta y Lagos.
Aquí llevamos dos días, y estaremos cinco más. Después de Lagos nos iremos a Tegueste a pasar el verano con su familia y amigos hasta que tenga que volver a Barcelona para empezar con la pretemporada.
Lagos es una ciudad preciosa, a Pedri y a mi en estos días que llevamos aquí nos ha dejado alucinados. Es una ciudad muy famosa por su casco antiguo amurallado, sus preciosos acantilados y las playas del océano atlántico.
Unas escaleras de madera llevan hacia la cala arenosa de Praia do Camilo, que es donde estamos. Praia do Camilo se divide en dos playas, y tienes acceso a la otra a través de un pequeño túnel que han hecho en la montaña.Los dos nos echamos la crema solar, aunque ya estamos morenos siempre es bueno protegerse del sol.
- Vámonos pal agua.
Nos levantamos y entrelazamos nuestras manos hasta llegar a la orilla corriendo, Pedri me coge como si fuera un saco de papas y yo me rio a carcajadas mientras pataleo.
- Mi amor, estate quieta ya.
- Pedri, que voy a tragar mucha agua - me quejo.
Sigue entrando al agua y yo sigo pataleando por todo el agua que estoy tragando.
- 1, 2 y 3 - cuenta y nos sumerge en el agua, haciendo que cuando saque la cabeza tosa como nunca antes lo había hecho - Pero no te ahoges princesa - añade riendo.
- Serás idiota - digo salpicandole.
Y ahí comienza nuestra guerra de agua, cosquillas y ahogadillos.
- La gente nos mira como si fuésemos dos niños pequeños - susurra y yo me rio.
- ¿Pero a qué te estas divirtiendo? - pregunto mirándole.
- Pues claro que si.
- Pues entonces no te tienes que preocupar por los demás.
Escucho la barriga de Pedri rugir y me rio, le encanta comer y a casi todas horas tiene hambre, aunque no lo aparente.
- Tengo hambre - anuncia, haciendo un puchero.
- No hace falta que lo digas, se ha notado nene.
Los dos nos ponemos la ropa por encima del bikini y del bañador y vamos a uno de los chiringuitos que están en pie de playa.
La comida portuguesa tiene algún que otro parecido a la comida española, aunque son diferentes.Pedimos bacalao, que es uno de los platos más populares de la gastronomía portuguesa y Ameijoas à Bulhão Pato, un plato típico de verano en el que las almejas cuecen al vapor en un caldo ligero con aceite de oliva, ajo, vino blanco, cilantro, limón y pimienta.
A los portugueses se le conocen por su fama como aficionados a los postres, y uno de los mejores postres de aquí son los pasteles de belén, que están muy buenos.Mientras terminamos de comer hay un niño pequeño, de unos ocho o nueve años aproximadamente, que mira a Pedri con una carita de ilusión que hace que yo me derrita. El niño parece tímido pero se ve que tiene ganas de acercarse a Pedri, así que le hago una seña y él viene con su tímida sonrisa.
- Hola - murmura.
- Hola pequeño, ¿cómo te llamas?
- Juan.
- Acércate a Pedri que no muerde - le susurro y él asiente.
Pedri al verlo sonríe y se acerca al pequeño. Empiezan a hablar un ratito y yo me muero, que ternura por favor.
- ¿Es tu novia? - le pregunta el niño señalandome y Pedri asiente - Es muy guapa.
- Es preciosa.
- Tienes suerte de tenerla. - por favor que me lo como.
- Mucha pequeño.
- Algún día quiero ser como tú, Pedri.
- Y lo serás pequeño - le contesta Pedri, revolviendole el pelo.
- ¿Y tendré una novia tan guapa como la tuya?
- Hombre tan guapa no sé, pero si. - contesta y reímos.
El niño se despide de nosotros con un abrazo y dos besos.
- ¿Y esa carita? - me pregunta Pedri.
- Me encantan los niños, y verte así con ese niño ha sido una monada.
Él sonríe y me guiña un ojo.
- Algún día estaremos así con nuestros hijos - comenta haciendo que mi corazón de un vuelco.
- ¿Te gustaría tener hijos?
Es un tema que nunca hemos hablado. A mi personalmente si que me encantaría ser madre, siempre lo he dicho que me encantan los niños y algún día sería mama.
- Si es contigo claro que me gustaría.
En un futuro, no sé si en años, meses, me veo siendo madre y con Pedri en toda esta locura.
- Te tengo una sorpresa - me dice Pedri nada más acabamos de salir del restaurante.
- ¿No te cansas de hacer sorpresas?
- No y si son para ti menos todavía.
Yo sonrió y beso sus labios.
Entrelaza nuestras manos y al cabo de un rato veo un puerto marítimo. Subimos a un barco donde hay un hombre que nos espera.
- ¿Qué hacemos aquí? - pregunto.
- Vamos a hacer buceo - responde Pedri, mirándome con una sonrisa.
Yo sonrío porque el buceo es algo que me apasiona mucho, cuando tenía unos doce años empecé a hacer buceo con mi padre y desde entonces cada año solemos ir a hacer buceo en vacaciones.
El señor nos da los neoprenos, nos coloca la bomba de oxígeno, las gafas y los escarpines. Y en cuanto él nos dice nos tiramos al agua.
Vamos buceando y viendo todo: el fondo marino, pulpos, peces, corales, caballitos de mar, algas, esponjas, anémonas, estrellas de mar, erizos, mejillones, ostras grava, peñascos, grietas rocosas, cumbres rocosas, salientes y estructuras biogénicas. Es una verdadera maravilla y una pena que nos lo estemos cargando.
Una hora y media más o menos después, nos quitamos las cosas de buceo le damos las gracias al señor por esta aventura y nos vamos.
- ¿Te ha gustado? - le pregunto a Pedri.
- ha sido muy bonito, me temo que lo vamos a repetir más veces.

YOU ARE READING
INDELEBLE | pedri gonzález
FanfictionAlgo tan bonito nunca puede ser borrado. Nuestra historia es una de esas que perduran para toda la vida y no se pueden borrar. Porque no apostaba por nosotros, que lo que todo empezó siendo una amistad maravillosa acabando siendo la relación más bon...