3. Tercer mes.

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— Efectivamente su pecho dejará de ser plano, pero descuide que no será permanente.

La doctora Humiya les daba las indicaciones que deberán seguir por el próximo mes. Al ver a Manjiro más quejoso y con mareos constantemente Takemichi pensó en llevarlo al médico para ver si todo estaba normal y sí, lo estaba.

— Sería muy bueno que su pareja le diera pequeños masajes en su pecho si llega a sentir dolor, también deberá usar cremas para evitar las estrías.

— ¿¡Estrías!? — gritó Mikey entrando en pánico, Takemichi se alarmó, aquí iba de nuevo con sus cambios de humor, mientras que la doctora Humiya sonreía y palmeaba su mano amablemente.

— No tiene por qué preocuparse, con las cremas correctas todo estará bien. — sonrió calmando los nervios de Manjiro, quien asintió sintiéndose más aliviado — Además al momento del sexo los masajes harían muy bien. — la pelinegra guiñó su ojo haciendo que la pareja se sonrojara.

Takemichi miró sonrojado a Mikey quien tenía una sonrisa pervertida en el rostro. Claro que se divertiría mucho.

— Dra. Yoshida ¿seguirán los mareos y el cansancio?

Humiya asintió tecleando en su computador.

— Sí, pero serán más leves.

Takemichi suspiró sintiéndose aliviado, al fin podría dormir sin tener que preocuparse de que Manjiro se desmayara de tanto vomitar.

— Gracias, Dra. Yoshida. Hasta la próxima consulta.

La pareja se despidió de la amable doctora y se dirigieron a su hogar. Takemichi se sentía más tranquilo después de la visita al médico, todo estaba bien y lo único que tenía que hacer era tenerle algo de paciencia a su quejoso novio y entenderlo un poco. No debe ser fácil para él.

— ¿Quieres ir a algún lugar? quizás ¿comer algo?

Takemichi tenía una sonrisa dulce en su rostro, por alguna razón se sentía más feliz de lo normal, solo quería que Manjiro también se sintiera así y pasaran un agradable momento juntos.

— ¿Podemos ir a comer hamburguesas? Se me antoja una muy grasosa.

El pelinegro rió y condujo hasta McDonald's, adoraba cumplir los antojos de su lindo novio, sin importar que fueran un tanto fuera de la dieta que el mismo se había hecho. Pero ¿acaso las dietas no son para romperse de vez en cuando?

Al poner un pie en McDonald's los ojitos de Manjiro se iluminaron al ver las deliciosas y grasosas hamburguesas.

— Toma asiento iré a ordenar.

Takemichi fue hasta la fila que no era muy larga, para su suerte, no quería que Mikey se enfureciera por no traerle su aceitosa hamburguesa. Miraba a su alrededor cuando su bolsillo delantero comenzó a vibrar, era su teléfono, lo sacó y vio un mensaje de Mikey, uno que rápidamente abrió.

Bebé Jiro💗

Amorcito ¿pueden ser dos hamburguesas?

Una sonrisa se dibujó en sus labios.

Lindo mitchy🌷

Por supuesto que si bebé.

Bebé Jiro💗

¿Y dos refrescos?

Lindo mitchy🌷

Los que quieras.

Bebé Jiro💗

¿Cinco raciones de papas?

baby | takemikeyWhere stories live. Discover now