5. Quinto mes.

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Manjiro no pudo pegar el ojo en toda la noche, los mareos habían disminuido para su suerte, pero ahora las ganas de orinar eran lo que lo mantenían despierto. Se levantó cinco veces a orinar en la noche, incluso tuvo que cambiarse de pantalones por unos leggins pre-natales que su hermana Emma le había obsequiado.

Su barriguita había aumentado el doble de su tamaño, estaba muy grande, tanto que Mikey que acostumbraba a dormir boca abajo ahora tenía que acostumbrarse hacerlo con la mirada en el techo, fue molesto al principio, pero pudo manejarlo.

Y eso no era todo, tenía que comer mucha fibra para el estreñimiento, la doctora Yoshida le había dicho que evitara pujar porque la presión podía dañar al bebé. Sus piernas se habían inflamado y el cansancio hacía que respirara con dificultad.

Lo único bueno era el sexo, uff. La ansiedad sexual de Mikey aumentaba cada vez más, teniendo sexo en todos los lugares de la casa, eso era lo que Takemichi disfrutaba más aunque ver el crecimiento de su bebé también lo emocionaba y lo volvía sensible.
  
   
   
  
   
   
   
   
   
   
  
— ¿Quieres qué sea niño o niña? — preguntó Manjiro sonriente aferrado al brazo de Takemichi.

Hoy les tocaba consulta con la doctora Yoshida, por fin verían el sexo de su bebé y estaban muy emocionados.

— No importa si es niño o niña, lo amaré igual. — sonrió el de ojos azulinos saludando a la doctora.

— Por favor Manjiro, siéntate allí. — indicó Humiya colocando sus guantes.

Mikey hizo lo que le pidió, Humiya alzó su camisa y lo recostó en la camilla, aplicando gel en su pancita para monitorear a su bebé.

— Allí, ¿pueden verlo? — señaló la pequeña pantalla.

— ¿Es niña o niño?

Mikey estaba ansioso, ya quería saber, todos estos días absteniéndose a comprar ropa y juguetes, y poder decorar su habitación. Él ya quería saber.

La doctora rió y señaló de nuevo el monitor.

— Hay esta su cabecita, sus bracitos y piernitas.

Takemichi estaba enternecido viendo a su lindo bebé, se prometió no llorar, pero fue inevitable, las lágrimas ya salían de sus ojos.

— ¿Pero es niña o niño?

— Cariño, no seas impaciente. — reprochó el menor apretando su mejilla.

— Es que quiero saber.

El pelirrubio hizo un puchero viéndose adorable, sería un padre muy tierno y algo infantil.

— ¿Ven eso?

Ambos chicos miraron, pero al no saber que ver exactamente se miraron entre sí confundidos.

— ¿Su pulgar? — preguntó torpemente Takemichi haciendo que Humiya sonriera.

— No es un pulgar Takemichi, efectivamente su bebé es un pequeño varón.

Manjiro chilló apretando la mano de Takemichi quien lloraba en silencio. Tendrían un niño.

— ¿Dice qué el supuesto pulgar es su cosita?

El pelinegro golpeó su pecho sacándole un jadeo ahogado mientras rodaba sus ojos.

— ¿Qué más iba a ser?

Luego de la pequeña pelea que duró unos diez o quince minutos, Humiya los interrumpió ayudando a Manjiro a levantarse y acomodarse la ropa.

— Les recomiendo que interactúen con él, así podrá reconocer quienes son sus padres. — con una sonrisa se despidió de ellos.

baby | takemikeyWhere stories live. Discover now