de ritos y flequillos

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Apenas sus pies tocaron el piso de su departamento, se giró hacia el arma, transformado para abrir la puerta.

-Okey , tenemos que hablar- Ella suena angustiada- no creo que sepas completamente lo que pasa pero...

-Hey, hey, tranquila, respira. Blackstar me explicó bastantes cosas, sabes? Aparte, me sigo sintiendo igual que hace un rato atrás, las vacaciones que hemos planificado siguen en pie. Así que haremos tu ritual de cortar el pelo, y adelantamos un poco las cosas, ¿De acuerdo?

Maka lo miró con los ojos llenos de lágrimas y dudas.

-No quiero que te sientas forzado.

-Oy, oye, oye... ¿Tu crees que podría sentirme feliz de verte hacerlo con otro? ¿De verte encadenada a otro de por vida? Aparte, ya pensaba tenerte... sólo me estaba aguantando, pero ha sido difícil. Así que ve a bañarte, porque apestas, traeré las cosas y lo haremos ahora.

Ella sonrió y se metió a la ducha con ropa. Sólo se quitó los zapatos, así aprovechaba y sacaba un poco de la sustancia maloliente que cubría sus ropas. Soul entró al baño con algunas cosas, tomó las ropas descartadas hacia la parte de atrás de la tina que era el suelo de su ducha y las echó a la lavadora, sin darle la partida. Apagó el agua, él le pasó una toalla.

-Si quieres te duchas mientras me cepillo el pelo -Le dijo.

-Bueno, ponete esta camiseta vieja, puede que la llenemos de pelo.

-¿No hay... interiores?

-Nop, no los necesitaremos -Abrió el agua con una de esas sonrisas.

Maka se mordió los labios, emocionada y nerviosa. Se cepilló concienzudamente, cuando él salió le pasó la toalla, sin que pudiera pasar desapercibida una erección por sobre su desnudez. Sobre el lavamanos había elásticos de pelo. Soul tomó su cabello, sin vestirse y lo dividió en tres. Era un tercio el que había sido cercenado, por lo tanto contaba como cuartas. Puso dos set de bandas paralelas, marcó el largo en la espalda de ella con un plumón, y se propuso hacer las tres trenzas en el cabello que quedaba entre las bandas y el final. No le costó tanto, pensando en que Blackstar había insistido en distintos momentos cómo se hacían las trenzas. Cuando las tuvo listas, las amarró con otros listones. Entonces tomó las tijeras. Para ese momento, con la concentración, su pene había vuelto a ser flácido.

-Lista o no, aquí vamos - dijo, y apretó las tijeras, cortando los trozos. Los tomó y los dejó sobre el lavamanos, junto a las tijeras. Sacudió un poco la camiseta cuando Maka se puso de pie para verse al espejo. Iba a hacer un comentario sobre que el pelo le brillaba como en la película, pero entonces ella se volteó y sus ojos se encontraron.

No era nada nuevo, siempre habían sido muy cercanos, pero definitivamente había algo de magia ahí y no pensaba resistirse. Era un olor, una llamada instintiva y animal. La besó azotandola bruscamente contra la pared, ella respondió con rudeza parecida dándole un beso al tiempo que subía sus piernas, rodeando su cintura. El gimió, ya habían estado así antes, con y sin ropa, pero esta vez quería, necesitaba estar dentro... pero ahí...

-Cama -Logró soltarse del beso unos segundos -cama ahora. Aquí no.

Ella bajó las piernas haciendo un puchero, pero él la separó de la pared y caminó unos pasos, aprovechando de aferrarla y tratar de cubrirla con sus inmensas manos. Ella se agarró mas aún a su espalda, rasguñando y para cuando pasaron frente a la cocina, mordisqueando la base del cuello. La tuvo que soltar para entrar al cuarto, cosa que hicieron corriendo. Ella se arrojó sobre la cama, él saltó detrás y prosiguieron sus salvajes caricias. Sintió que se había tensado, iba a preguntar porqué cuando lo sintió también, se había deslizado sin realmente pensarlo. Un escalofrío de placer lo recorrió.

De la importancia del cabello.Where stories live. Discover now