42

6 0 0
                                    

Konan

Pensé que sería aburrido el baile de graduación del monito, pero no.

Había bebidas, música movida y diversión.

Terminamos de bailar y nos sentamos a beber algo de la barra.

—¡Iugh! —Exclamé—. Esta cosa tiene alcohol, Noah.

Noah casi escupe el líquido que tenía en la boca cuando rio al ver mi cara de asco.

—¡Vamos! Es normal que echemos alcohol a esto.

—Es ilegal. —Dije dándole otro sorbo.

—¿Desde cuando te importa la legalidad? —Arqueó una ceja.

Reí.

Era cierto.

—Entonces. —Alcé mi vaso hacia él—. Entre más ilegal mejor.

El rio.

—Esa es la Konan que yo he conquistado todos estos años.

Carcajeé y seguimos tomando de esa bebida color rojo. No sabía que era y tampoco me interesaba saber, confío en Noah.

Siguieron canciones superlindas, nada aburridas. El DJ variaba la música, Rock, Rock and Roll, Baladas, electrónica, de muchas y eso era genial.

No sabía si mi graduación también sería divertida al igual que esta, pero...

Ahora tengo miedo.

—Noah. —Le llamé, seria.

—¿Si, cariño?

Cariño...

—¿Te irás muy lejos? —Jugueteé con mis dedos.

Él frunció sus cejas.

—¿Qué?

—La universidad...

—Konan.

—Es que... no quiero...

—Konan.

—Te irás, probablemente te olvides de mí en una semana, conocerás a otra chica y te casarás con ella al instante.

—Konan.

—Obvio, estará más linda que yo, será más inteligente que yo, y claramente es de tu edad y no será ilegal en lo absoluto, pensarás: «Seguro que Konan no se dará cuenta». Te olvidarás de mí tan fácil que prefiero no pensar.

—Konan.

—Sé que es egoísta decirte que no quiero que te vallas, puede haber probabilidades altas de que esto que dije antes pase y, no soportaría verte con alguien más, o que te vayas sin siquiera decir adiós, o que no me digas que sales con alguien más y...

—Konan, hay cero probabilidades de que yo te deje por alguien más. ¿En serio piensas eso?

Lo sentí como regaño, pero sé que no lo está haciendo.

—Si me voy me iré contigo, yo tampoco soportaría estar sin ti un día, ni un minuto si quiera. Yo te quiero a ti, te amo a ti y eres tú. Siempre tú.

—Perdón... —Dije al escuchar lo que acababa de decirme.

—Konan, no tienes por qué pedirlo. No te ocultaría nada, absolutamente nada en cuestión de mis sentimientos.

—Lo has hecho desde que nos conocimos.

—Porque no estaba seguro de sentirlos como los siento ahora. Tú también te niegas hacia ti misma y, la verdad que no me molesta, sé que dirás lo que sientes cuando estés lista, no te estoy presionando y nunca lo haré.

Konan y Noah [COMPLETA]Where stories live. Discover now