Los dioses ancestrales del Panecillo

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Los sixes traídos de Atucucho por el gran bretañista sirvieron para realizar una cometa que voló medianamente desde el borde de la sima de ésta colina que es conocida como Yavirac, antiguo pinto estratégico de los antiguos habitantes de los Shirys hasta los más altos aires de ésta montaña sagrada y mágica. El crecimiento poblacional es alarmante porque aún siguen construyendo hasta el mínimo espacio la gente de éste sector lo va aprovechando o invadiendo el sitio.
Lo que significa que este espacio ya no es un lugar como el antiguo tiempo. Las cometas de plástico negro habían encumbrado en las alturas del aire de este hermoso lugar. Luego, las dos señoritas que sostenían el hilo que permitía controlar la cometa se escapó de las manos y finalmente por más que con la ayuda de otras dos turistas vestidas de negro ayudaban a recoger el hilo chillo, pero ya se cayeron las cometas y se terminó el entretenimiento en ésta parte de Quito. Visualice que la cometa  se había caído sobre un árbol frondoso, yo subí al árbol para rescatar, pero con la misma velocidad caí y me golpeé  la pierna, rodilla, brazo, y el pecho. La naturaleza se autodefiende porque los árboles del lugar son autóctonos de hace muchos siglos atrás. Una cosmovisión antigua no es bueno invadir y pisar la naturaleza arbitrariamente porque se te viene encima. Ya que la misma naturaleza se encarga de desquitarse del lo que hice, de maltratar el árbol es un llamado de atención para que la próxima deje de invadir el espacio sagrado de los dioses del Yavirac.

LA IMAGEN DE LA POSTPANDEMIAOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz