Capitulo 2

699 43 1
                                    

Nunca me puse tan nerviosa como esa noche esos gemelos me erizan la piel solo con mirarme con sus hermosos ojos color almendra, a la hora de dormir Elena dijo que los gemelos dormirían en el suelo y yo en la cama pero no podía dejar que ellos duerman en el suelo, pues es su casa y no tienen el porque soportar dormir en el suelo.

Al final de una larga discusión se llegó a que los tres íbamos a dormir en la misma cama, mi papá no estaba muy feliz por eso pero logré convencer a que me dejara dormir en la misma cama, ya a la hora de dormir me fui al baño a cambiarme como hacía mucho calor me puse unos shorts negros cortos y una camisa blanca grande y ancha que casi llegaba a mis rodillas, era muy fresco y cómodo.

Al salir del baño y entrar a la habitación pude notar como sus penetrantes y dulces ojos recorrían mi cuerpo de arriba a bajo, no podía evitarlo me puse nerviosa y baje la mirada, me subí a la cama para quedar del lado de la pared los gemelos igual se acostaron a mi lado Isaac quedó en medio, pude notar como Isaac sonreía por estar alado mío pero Mateo parecía molesto no sabía el porque, por mis nervios me gire dándoles la espalda pude sentir como los hermanos sonreían por mi acción pues eso me dejaba en evidencia que estaba nerviosa, al pasar maso menos media hora empezaba a quedarme dormida pero algo lo interrumpió.

Era Isaac el metió su mano dentro de mi camisa pasando todo su brazo por mi cintura acercándome a el hasta que mi trasero todo pelvis no pude evitarlo se me erizo la piel y el lo noto pues rompió el silencio de llenaba la habitación.

Isaac: tu cintura es tan pequeña y tus caderas son grandes, eres un reloj de arena -susurro en mi oído -

Ese susurro me hizo sonrojar y me moví ocasionando que mi trasero toque a su amigo, Isaac solo río pero pude notar que algo se había despertar y no eran los perros que ladraban era su amiguito, trate de dormirme y lo logré ya que a la mañana siguiente el brazo de Isaac seguía en mi cintura me iba a levantar pero en ese momento Isaac hizo un sonido que significaba que iba a despertar, por reflejo me acomode otra vez y cerré los ojos para fingir estar dormida el apartó su brazo de mi y se levantó a verme se acercó a mi oído y sus palabras me erizaron la piel más por qué su voz es gruesa al igual que la voz de Mateo.

Isaac: lo que provocaste ayer los vas a tener que arreglar, puede que no sea hoy pero algún día vas a pagar por lo que me provocaste - susurro en mi oído-

¡Dios! Este hombre sabe cómo ponerme los nervios de punta pero no dije nada solo fingí estar dormida, después de unos minutos Isaac se fue y me levanté de la cama me dirigí a la cocina y note las miradas de Isaac y Mateo me senté a lado de Mateo, pude notar como Isaac estaba serio pero Mateo sonreía como si se hubiera ganado la lotería, en el desayuno el mantel de la mesa tapaba la vista de mis piernas y Mateo aprovecho la oportunidad y coloco su mano en mi muslo, lo apretaba y masajeaba de arriba a bajo me hacía poner tan nerviosa que solo seguí comiendo con mis manos temblorosas.
Gracias al cielo nadie lo noto, terminado de comer todos nos levantamos y dejaron sus platos en el lavabo me ofrecí a lavarlos aunque Elena y Eva se opusieron al principio, pero al final accediendo.

Así pasaron varias semanas hasta una noche, esa noche la voy a recordar siempre.

Nuestra Bella Bailarina Where stories live. Discover now