•24•

1.2K 101 4
                                    




Al llegar a nuestra casa, todo estaba perfectamente impecable como siempre.

—Bienvenidas a su casa hermosas- escuche que susurro Santiago- amor vamos a la recámara a acostar a estas princesitas, y a que te des un baño.

Solo asentí, para continuar a subir las escaleras con cuidado.

Entramos a la recámara y ya está todo acomodado para que nuestras princesas duerman con nosotros, si tienen su cuarto y todo pero estos ya serán para más adelante, por lo mientras dormirá con sus papis.

—Al parecer te encargaste de todos- dije refiriéndome a las cunas.

—Digamos que recibí ayuda de mi tío ovidio.

Solo sonreí, y me adentré al baño para darme una ducha.

Al rededor de 30 minutos salí ya cambiada encontrándome con Santiago hablando por teléfono.

—Si mamá, yo también te amo, bye.

— Qué pasó- pregunté sobresaltándolo.

—Me espantaste princesa- me dice mientras me sonríe, Santiago tiene la sonrisa más bella que pude aver visto- era mi mamá, llamo para preguntarnos si estaban bien las niñas y tu, también para decir que mi papá llegó casi llorando a la casa por que ya las extrañaba.

Solté el más carcajada.

—Ivan es un exagerado.

—Lo es pero solo con lo que le importa, sabes que siempre te mencionaba cuando no estabas, hasta me ponía celoso.

— ah si?, y por que te ponía celoso corazon?

— por que cuando tenia como 7 años, a mi casi no me gustaba andar a caballo ya que prefería leer, y un día iba a ver una cabalgata, mi papá me rogó hasta al grado de decirme que me compraba una biblioteca solo para mi solito, con tal de que fuera con él a la cabalgata, y yo me negué, y ese día fue la primera ves que te menciono, diciéndome "como me gustaría que paulinita, mi mocosa estuviera aquí, así ella iría conmigo y no tendría que pedir favores", a lo cual yo pregunté  que si quien eras, pero solo me respondió con un "es la niña de mis ojos", yo me sentí celoso a pesar de que mi papa no lo decía para hacerme sentir mal, pero fueron tantos los celos que sentí que termine yendo a esa cabalgata.

—ay, al parecer siempre fuiste un celoso de primera- dije riendo.

—Tal vez, pero ahora lo soy más, no me gusta que se metan con lo que es mío- dijo mientras me pegaba a él para besarme mientras masajeaba mis nalgas con sus grandes manos.


—/—/—/—/—/—/—/—/—/—/—/—/

Qué rollo pebles, aquí les traigo una nueva actualización aunque no esté tan curada como quisiera.

Acuérdense que las quiero, les mando un abrazote y un besote.

No olviden votaar;)

Buenas noches.

La princesa Where stories live. Discover now