◣◥◤◢◤◢◣◥◣◥◤◢
Todos necesitamos ayuda.
Quizás la ayuda más grande que necesitamos siempre va a ser el saber cómo pedirla, es el paso más complicado.
El paso más complejo, el más difícil, con el que uno más batalla, y es que en realidad...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Bostecé mientras estiraba mi cuerpo a no más dar mientras me acercaba a mi colega, la jefa de las novias de los miembros de Tōman, solía asomarme por estos lados cuando terminaban mis tareas en reunión y actualmente no las tenía, por lo que básicamente ya era más parte de este grupo que de los soldados de la pandilla.
—Haces un buen trabajo intentando volver a servicio, Haru-chan— alagó mientras me ofrecía una lata de refresco —. Ya hasta veo que no usas falda con tu uniforme.
—Unos gatitos la rasgaron así que ahora es parte de la cama de aquellos sabandijas— me encogí de hombros haciendo un mojín con los labios. —. Además después de Halloween mis defensas bajaron mucho, ya no puedo decirme que el frío es mental, por qué no lo es.
Recibí su refresco y se lo devolví después de darle un buen sorbo, amabas nos quedamos en silencio admirando como aquellos miembros se dispersaban una vez daban por terminada la reunión semanal, Baji gracias a su terquedad había vuelto a su puesto a diferencia de mí que solo quería descansar de Tōman aunque no lo dijera en voz alta... Solo quería pasar desapercibido sin tener ninguna responsabilidad tan grande dentro de la pandilla, mis subordinados decían extrañarme por lo que solo me tomaba las molestias de hacer tareas banales como tomar lista de asistencia.
En estos momentos quería ser como Emma o alguna de las chicas de este grupo, pasaban desapercibidas, no eran blanco de nadie y hasta algunas solo venían a apoyar a sus novios sin involucrarse en este mundo.
— ¿Sabías que Baji tiene novia?— rompí el silencio para dejar de estar a solas con mis pensamientos.
La rubia me observó confundida :—... ¿No sé supone que eres tú?
—Lo mismo creí yo, Emma, lo mismo creí yo— comenté relamiendo mis labios mientras miraba fijamente al pelinegro disfrutar de una charla con sus amigos —. Su madre suspecha que tiene una bonita novia rubia.
—¿Y por qué no le dijiste que eras tú?
—Porque no soy rubia, y porque ya tiene a una sospechosa que aparentemente vive en el octavo piso de nuestro edificio— enumere con los dedos, ella alzó las cejas.
—¿Dices que Ryōko-san sospecha de la vecina rubia en vez de tí, porque la vecina cumple con los estándares de Baji?— dedució.
—En realidad, Ryōko-san sospecha de ella porque encontró cabello en la ropa de Kei... Que miedo.— murmuré distraída.
Joder, estaba tan enamorada que hasta había olvidado que yo era lo opuesto a lo que mi novio buscaba como novia, futura esposa y madre de sus hijos. Sin embargo logré que fuera mi novio, me siento orgullosa.
—... Ahora que lo pienso, tú también cumples con los estándares de Baji— la observé.
—Pero a mí me gusta Draken— insistió, aún así no le saque la mirada de encima —... Baji fue mi primer beso ¡Pero lo hice para darle celos a Draken!
