Capítulo 5 | ¿Qué es eso de lo que no te arrepentirías?

83 57 57
                                    

Todavía estoy algo dormida cuando los rayos del Sol se cuelan por la ventana y me despierto con la extraña sensación de que me están observando. No me muevo de donde estoy, pero siento que me palpita la cabeza, como si mi cerebro estuviera dando saltitos junto a mis sienes.

Parpadeo despacio abriendo los ojos, la luz me molesta por lo que refunfuñando me vuelvo de lado y entierro la cara en la almohada. Respiro hondo, un olor fresco y masculino me llega a la vez que un terrible dolor de garganta. Siento mi boca tan seca como un desierto, no debí beber tanto, es más, me haré una promesa: Nunca volveré a beber alcohol. Está claro que...

Espera ¿Olor fresco y masculino? ¿Qué pasa con mi ambientador de vainilla? ¿Cama suave y no extremadamente suave como es mi camita? ¿Es extraño todo esto? ¿Estoy entrando en pánico? Siii.

Me levanto de golpe, miro por debajo de las sábanas y ahogo un grito ¡Por todo lo divino de este mundo!

¡Sólo llevo ropa interior y una camisa enorme de vaya usted a saber quién! ¿Qué pasó anoche? ¿Seguiré siendo virgen? Por favor, que todavía conserve mi virginidad. Lo más seguro es que sí, porque no siento nada diferente, digo, si ya no estuviera lo notaría ¿No? Espera... ¿Y si no es un chico? ¡Ayúdenme!

Inmediatamente mi mirada recorre todo el lugar en el que me encuentro, buscando pistas que me indiquen dónde o con quién pase la noche.

La luz está apagada por lo que una parte está bañada en sombras y la otra, por donde entra la luz del Sol, está un poco más clara permitiéndome observar mejor el sitio. El cuarto no es mucho más grande que el mío, pero es amplio. Me sorprende que las paredes tapizadas de blanco estén tan... vacías. No hay posters, ni obras de artes, nada. En vez de eso, hay una enorme televisión frente a la cama, múltiples libros apilados en un escritorio y en una esquina de la habitación -entre el escritorio y una pequeña estantería- hay una guitarra apoyada en la pared, rodeada, de lo que parecen ser, notitas escritas en marcador.

Al menos es un músico, siempre he tenido fascinación por los chicos que tocan la guitarra.

Cubro mi cara con las manos e inhalo profundamente. Oh Dios, en qué estoy pensando.

Todo esto es tan raro, ni siquiera debería de estar aquí. Para empezar, no recuerdo CÓMO es que estoy aquí, ni haberme metido en esta cama suave, mucho menos en ropa interior. Claro que hay fragmentos de la noche anterior que rondan en mi mente, pero no son más que un recuerdo borroso.

Quizás todavía estoy soñando.

-Así que la niña ya ha decidido honrar al mundo con su presencia. -o no, no estoy soñando.

Abrí los ojos como platos y volví la cabeza en dirección a la voz masculina.

Otra vez, en serio universo, otra vez. No me jodas.

Y son las tres peores palabras en las que pude haber pensado, porque definitivamente el universo no me estaba jodiendo, era mi mala suerte porque ahí estaba él, sentado en una butaca en el fondo de la habitación, no se veía nada, pero capté el contorno de su rostro en la oscuridad que lo rodeaba.

-Hola. -grazné.

-¿Cómo te sientes? -preguntó Hart. Su voz había adquirido un tono grave.

¿Que cómo me sentía? Mal, apenada, con unas ganas enormes de salir corriendo de aquí.

-Bien. -soné muy apagada y es que, ¿qué más podía decir?

-Hablé con Deshen esta mañana -me dice-. Le dije que ayer no te encontrabas bien y te traje aquí. Claro que no le mencioné que tomaste demasiado -suspiro, en mi mente se van aclarando escenas de lo sucedido anoche y eso me hace recordar que Hart fue a buscarme porque Deshen quería verme-. Habló con tus padres esta mañana, les dijo que te quedaste en casa de tú amiga -alzo una ceja confundida, preguntándome de quién habla, Hart debe leer la pregunta en mi cara porque pone sus ojos en blanco antes de responder-. Ya sabes, la rubia que intentó lanzarme un florero a la cabeza.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 09, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Sinónimo de mala suerteWhere stories live. Discover now