Chapter 19

230 40 127
                                    

—Estás bien, supongo, pero Emilio puede levantarme por encima de su cabeza con una mano. Tú apenas puedes levantarme. Solo un poco como a tu pecho.

Joaquín se quedó mirando la carita de Tobías Jones, que se encogió de hombros, con las palmas de las manos hacia arriba en un gesto de "qué vas a hacer". Tobi era una bola de energía de pelo rubio y ojos verdes. También era el hijo de seis años de la coprotagonista de Joaquín, Demeter Jones.

Demeter era una madre soltera de veintitantos años que interpretaba a la compañera adolescente a la que el personaje de Joaquín acosaba en la película.

Emilio le dedicó a Joaquín una sonrisa de complicidad desde su lugar en el sofá del pequeño remolque de maquillaje. Joaquín dejó que su rostro se desplomara en un simulacro de pena.

—Vaya, dijiste que te encantaban mis películas. Que querías ser como yo cuando crecieras. —La cara de Tobi pasó por una docena de expresiones antes de aterrizar en una que se quedó.

—Lo hago. Quiero ser un famoso actor como tú. Pero Emilio es grande y fuerte como Thor o como Hulk. Es un superhéroe. Nosotros solo somos humanos. —dijo como si quisiera hacer entender a Joaquín de que no era nada personal.

—Sí, solo insignificantes humanos. —Emilio estuvo de acuerdo, captando la mirada de Joaquín en el espejo.

La maquilladora, Katy, y Demeter -Demi para sus amigos- se rieron. Tobi soltó un chirrido maníaco y se abalanzó contra Emilio que atrapó al pequeño demonio en el aire, pero no antes de que su pie alcanzara su entrepierna. Joaquín se estremeció cuando Emilio gruñó, sus ojos llorosos mientras su cara se ponía de un tono púrpura bastante sorprendente. Tobi continuó con su asalto, con los puños volando, sin darse cuenta del dolor de Emilio. Una vez más la mirada de Emilio se encontró con la de Joaquín en el espejo, con su expresión pidiendo ayuda. Joaquín se volvió hacia la maquilladora.

—Katy, creo que me veo un poco brillante aquí, ¿no? — Señaló su frente.

La chica de pelo oscuro entrecerró sus ojos casi negros.

—Oh, sí. Puedo verlo.

—Mami. Mami, mira. Golpeé a Emilio. Está llorando. —Demi se compadeció de Emilio.

—Toby. Sé amable, Emilio es fuerte… pero también es super viejo. Como mucho más viejo que tú. Más viejo que todos nosotros, en realidad. —Emilio se quedó con la boca abierta.

—¿Tú también? Pensé que me cuidarías la espalda… de un dios a otro. —Demi se rió.

No parecía una chica con un nombre de diosa, pero juraba que era su nombre de pila. Decía que venía de una larga estirpe de paganos. Joaquín no sabía mucho de paganos, pero siempre había asumido que todos vestían de negro y compraban en Hot Topic¹ y les gustaban las películas como The Craft. Pero Demi no podía ser más diferente. Tenía rizos rubios miel, un bronceado dorado, y enormes ojos turquesas. También parecía favorecer los vestidos largos de encaje y las botas hasta las rodillas y la joyería de madera. Su estética era la de una chica que se aleja de Coachella, pero era súper linda, y apreciaba que Emilio siempre pareciera dispuesto a mantener ocupado a Tobi. Llevaban casi tres semanas en el set de grabación y las horas eran agotadoras tanto para el reparto como para el equipo. Seis días a la semana, de catorce a veinte horas al día en frente de las cámaras, preparándose para ellas o volviendo a la suite del hotel y desmayándose por unas horas. Joaquín pasaba sus días libres durmiendo al lado de Emilio y un poco más.

La obsesión de Tobi con el guardaespaldas de Joaquín, que parecía un dios, le daba a Joaquín una excelente excusa para mantener más cerca de lo necesario a Emilio y evitaba que el equipo hiciera demasiadas preguntas, aunque Demi les miraba de reojo un montón de veces.

MADNESSWhere stories live. Discover now