𝐍 𝐔 𝐄 𝐕 𝐄

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2 DE ABRIL DE 2019
SEÚL, COREA DEL SUR


Ha perdido la cuenta de los días que lleva encerrado en su departamento, esperando por una llamada de Changbin diciéndole que tenían una pista. Se pasaba las horas pegado al teléfono y se lanza a él cada vez que suena. Se olvida de comer por estar viendo las noticias que repetían todos los días lo mismo.

Su paciencia está llegando al límite, necesita saber algo de Jeongin rápido, porque se siente culpable de su desaparición.

A pesar de que son altas horas de la noche y ya nadie se encuentra en la calle, coge las llaves de su coche y se monta en él conduciendo hasta la zona comercial.

Una vez allí va hasta el sitio en el que discutieron y las emociones vencen a Hyunjin a tal punto que llora desconsolado.

— ¡Jeongin! —gritó— ¿¡Dónde estás!?

Sus piernas temblaron y acabó de rodillas en el suelo mientras sollozaba. Lo que decían algunas revistas sobre una posible fuga no era cierto, no podía serlo. Jeongin no podría abandonarlo así sin más.

— Vuelve a casa...

[...]

Changbin miró el reloj de su mesilla, visualizando las cinco de la madrugada, cuando alguien aporreaba su puerta insistentemente.

Se calzó las pantuflas y caminó hasta la puerta para abrirla. Se sorprendió al ver a Hyunjin allí, con los ojos rojos.

— ¿Estás borracho? —fue lo primero que se le pasó por la cabeza.

— No, he estado llorando —entró sin permiso y Changbin cerró la puerta.

— ¿Cómo sabes donde vivo?

— Es un edificio de protección de personal de servicio, era evidente que vivías aquí. La señora de recepción me ha dicho el número.

— ¿Y qué haces aquí?

— Me prometes que no tienes ninguna pista, ¿verdad? —Seo puso los ojos en blanco, Hyunjin parecía querer ponerse a llorar de nuevo—. Porque si no me lo has contado, que sepas que me estoy volviendo loco.

— Hyunjin, te juro que no tengo nada, ¿si? Cuando consiga algo serás el primero en saberlo. ¡Ni siquiera su familia es tan insistente!

— Han pasado doce días, lo sabes, ¿no?

— No te pases —le señaló con el dedo advirtiéndole sobre su tono.

— Y no tienes nada, ¿no se supone que estás cualificado para esto?

— Cierra la boca.

— Estoy empezando a dudar de tus capacidades como policía —Changbin soltó una carcajada sarcástica.

— No hablemos de capacidades cuando tu único trabajo era no quitarle la vista de encima y lo hiciste.

Hyunjin guardó silencio de forma súbita y las lágrimas se escurrieron por sus mejillas rápidamente.

— Mira, no quiero discutir —habló Seo para aminorar el ambiente tenso—. Pero es mejor que vayas a tu casa a descansar.

El inspector se disponía a abrir la puerta, pero su teléfono sonaba en la mesa del salón. Era extraño que lo llamaran a estas horas y, dándose una mirada cómplice con Hyunjin, corrió veloz a cogerlo.

— ¿Si? —contestó y Hyunjin pegó la oreja por el otro lado del artefacto.

Señor inspector —habló Jooyeon ajetreado—, han encontrado a Lee Felix. Lo están trasladando al hospital y está en grave estado.

— Voy para allá ahora mismo.

Date prisa, debe verlo con sus propios ojos.

— ¿Por qué dices eso? ¿Había alguien más con él?

No, estaba solo. Inspector... esto es más serio de lo que nos pensábamos.



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⏰ Última actualización: Sep 29, 2023 ⏰

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